La canciller alemana, Angela Merkel, se mostró este domingo partidaria de decidir la imposición de restricciones de movimiento en el país para impedir el aumento exponencial de casos en la tercera ola de la pandemia.
“Las restricciones de movimientos podrían ser un instrumento muy efectivo”, dijo la jefa del Gobierno alemán, que alertó contra el “nuevo virus”, como denominó al que ha provocado un nuevo repunte de nuevas infecciones en Alemania en las últimas semanas.
Merkel mencionó que una medida estricta de limitación de movimientos de la población- que hasta el momento no se ha impuesto en Alemania desde el inicio de la pandemia y que no llegó a calificar de “toque de queda”- podría ser efectiva “sobre todo en las horas de la tarde, cuando hay relativamente mucha actividad en los parques”.
La canciller indicó en una entrevista en el primer canal de la televisión pública que ha llegado el momento de actuar “de manera decisiva” contra la pandemia en el país, después de que este domingo se confirmó un incremento de los nuevos contagios semanales hasta alcanzar los 129.7 por 100,000 habitantes frente a los 124.9 del sábado y los 103.9 de hace una semana.
Merkel insistió en que las medidas de restricción de los contactos sociales, el uso constante de la mascarilla y el teletrabajo como opción preferencial cuando esto sea posible son los instrumentos que se sabe funcionan contra la propagación de la COVID-19.
“No tenemos mucho tiempo”, insistió la canciller, quien aludió a que probablemente serán necesarios “instrumentos suplementarios” para reducir el incremento de contagios en la “nueva pandemia”, expresión que volvió a utilizar en alusión a que en la tercera ola es la variante británica del coronavirus la que está propagándose más rápidamente.
“El nuevo virus es más agresivo, más infeccioso y más letal”, agregó Merkel, quien aprovechó la ocasión de intervenir en la televisión pública para aludir a la petición de perdón que hizo esta semana al revocar públicamente la decisión de cerrar drásticamente la vida cotidiana durante la Semana Santa.
“Realmente lo hicimos con una buena motivación, pero eso inquietó por completo a millones de personas”, reconoció la canciller sobre un cierre de la actividad que había sido pactado el pasado lunes entre el gobierno federal y los “Länder” y que tuvo que retirar ante el enojo que causó el anuncio.