El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha pasado tres noches en el hospital militar Walter Reed afectado por el COVID-19. A continuación, lo que se sabe sobre su estado de salud:
Fecha del contagio
Desconocida.
Fecha del primer test positivo
El jueves 1 de octubre, según su portavoz Kayleigh McEnany. La Casa Blanca ha rehusado decir cuándo fue la última prueba negativa.
Fecha de la hospitalización
Viernes 2 de octubre sobre las 18H30 locales (22H30 GMT).
Síntomas
Inicialmente registró “fiebre alta”, fatiga, tos y congestión nasal pero no sufrió ahogos, dijo su médico Sean Conley. El último estado febril habría sido el viernes.
La tasa de saturación de oxígeno en la sangre cayó dos veces a niveles que señalan una eventual afección de los pulmones. El viernes la tasa fue de 94% y el sábado de 93%, las cuales son inferiores a la normal de 95%.
Trump recibió oxígeno el viernes en la Casa Blanca y quizás el sábado. Su médico es evasivo respecto al segundo episodio. No requirió un respirador artificial.
Desde la alerta del viernes, Trump se hizo ver en mensajes de video sin señales manifiestas de fatiga y el domingo salió brevemente en un auto a saludar a simpatizantes congregados ante el hospital. Durante el fin de semana habló por teléfono con varias personas.
“Su salud sigue mejorando”, dijo su jefe de gabinete, Mark Meadows, quien indicó que Trump ha hecho “progresos increíbles” y es posible que retorne este mismo lunes a la Casa Blanca.
Pulmones
Conley no describió el estado de los pulmones de su paciente ni los resultados de las imágenes. Apenas dijo: “Hicimos las observaciones esperadas, pero nada muy importante desde el punto de vista clínico”.
Tratamientos
En la propia Casa Blanca recibió el viernes en forma intravenosa una fuerte dosis (8 gramos) de un tratamiento experimental de la empresa biotecnológica Regeneron.
Ese tratamiento se basa en dos anticuerpos fabricados en laboratorios para neutralizar el coronavirus. Los resultados clínicos de los ensayos son prometedores pero su administración está restringida a esas pruebas, aunque con algunas excepciones; como la de Trump.
Trump también fue sometido a un tratamiento con el antiviral remdesivir durante cinco días. Ese antiviral fue el primero en recibir un autorización de urgencia contra el COVID-19. Es inyectado en forma intravenosa una vez al día y procura evitar que el virus se replique. Actualmente se recomienda para pacientes que hayan requerido oxígeno.
Desde el sábado, Trump está también recibiendo dexametasona; un corticoide para enfermedades severas y hospitalizados por el COVID que, se ha probado, reduce la mortalidad. Ese remedio de la familia de los esteroides combate inflamaciones que pueden comprometer seriamente a los pulmones y otros órganos vitales.
Los tres tratamientos son utilizados en diferentes fases de la infección lo cual alimenta la confusión sobre el estado actual del presidente.
Trump también está recibiendo otros medicamentos y suplementos; entre ellos zinc, vitamina D, famotidina (que puede ser usada contra la acidez), melatonina (prescrita usualmente contra el insomnio) y aspirinas, según informó Conley el viernes.