En la tarde del miércoles, los sellos de la colección del multimillonario administrador de fondos de bonos Bill Gross se vendieron en US$ 10 millones en Nueva York, un récord para una subasta de un solo día dedicada a la filatelia.
Robert A. Siegel Auction Galleries Inc. se encargó de ofrecer el grupo en la primera de una serie de ventas de sellos de Gross a llevarse a cabo en los próximos dos a tres años. En la subasta se vendieron todos excepto un puñado de los 106 lotes. El más importante fue un bloque de centro invertido integrado por cuatro estampillas de 1869, que alcanzó US$ 737,500. Los precios incluyeron una prima de comprador del 18%.
“Muchas de estas piezas emblemáticas fueron compradas por algún multimillonario y ahora están dispersas entre la gentuza”, dijo Arthur Przybyl, máximo responsable de Ani Pharmaceuticals Inc. Sentado en primera fila, obtuvo el segundo artículo más caro de la tarde: un sello Misionero Hawaiano azul de 1851 que salió por US$ 619,500. “Perdí mucho, pero conseguí el sello que realmente quería”.
Gross, de 74 años, tiene la colección más completa de estampillas emitidas por el Servicio Postal estadounidense, con sellos individuales, en bloque y sobres timbrados. Uno de los álbumes contiene cientos de ejemplos de la primera emisión postal federal estadounidense de 1847.
‘Bloque Biblia’
“Esto es sólo la punta del iceberg”, dijo Gordon Eubanks, emprendedor del área de tecnología que gastó más de US$ 1.2 millones en al menos siete lotes en la venta vespertina del miércoles, incluido el exclusivo “Bloque Biblia” de seis sellos de 10 centavos de 1847, por US$ 590,000.
Gross, que es administrador de la cartera de bonos en Janus Henderson Group Plc, desarrolló y vendió varias compilaciones de sellos importantes desde que comenzó a coleccionar en 1992. Anteriormente había recaudado US$ 27 millones con ventas de sellos para obras de beneficencia, con tesoros de Suiza y Gran Bretaña. Ahora, se deshace de las piezas estadounidenses, su mayor trofeo. Todo lo obtenido se destinará a obras de caridad, dijo Gross.
Su colección está valuada en US$ 42.2 millones, según documentos judiciales presentados en octubre pasado como parte de un acuerdo de divorcio entre él y su esposa, Sue Gross. Cuando la pareja dividió sus activos, que incluían múltiples casas y obras de arte, él retuvo un patrimonio personal estimado por Bloomberg en US$ 1,600 millones.
El administrador de fondos acumuló el núcleo de su colección estadounidense en 1993, cuando salió a remate un importante tesoro de sellos estadounidenses propiedad de Ryohei Ishikawa, presidente de un banco japonés. Gross compró sellos por más de US$ 2 millones en dicho evento. A lo largo de los años, se abalanzó sobre todas las colecciones importantes que salieron al mercado.
“Bill Gross contaba con los medios financieros y la ambición para hacerlo”, dijo Christopher Rupp, filatelista de Nueva York que compró alrededor de una docena de los lotes en representación de clientes. “Es una venta que se da una sola vez en una generación”.