La contratación en Estados Unidos probablemente se aceleró el mes pasado, sugiere una serie de indicadores de alta frecuencia, a medida que parecen disminuir los efectos del último incremento de casos de COVID-19, y es improbable que un segundo informe consecutivo de débil empleo desvíe a la Reserva Federal (Fed) de sus planes para comenzar a reducir su apoyo a la economía.
Antes de que el Departamento de Trabajo publique el viernes el informe de nóminas no agrícolas de setiembre, datos de las empresas que rastrean los patrones de trabajo apuntan a un resultado en línea con la mediana de estimaciones de un sondeo de Reuters a economistas, que apuntan a una ganancia de 500,000 puestos de trabajo. Y eso puede ser más que suficiente.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, señaló el mes pasado que había un acuerdo amplio entre las autoridades monetarias para comenzar a reducir en noviembre las compras mensuales de activos por US$ 120,000 millones, siempre que el informe de empleos de setiembre, en su propias palabras, sea “decente”.
Incluso las autoridades más moderadas del organismo, el presidente de la Fed de Mineápolis, Neel Kashkari, y su par de Chicago, Charles Evans, han indicado su voluntad de seguir ese cronograma para reducir el alivio cuantitativo (QE) implementado el año pasado para contener las consecuencias económicas de la pandemia de coronavirus.
“Creemos que el umbral para la reducción gradual del QE se cumplirá siempre y cuando el dato de las nóminas esté por sobre cero”, dijo Lydia Boussour, economista líder para Estados Unidos de Oxford Economics, quien pronostica que se sumaron 384,000 puestos de trabajo el mes pasado.
El camino hacia la normalización monetaria se despejó aún más el jueves, después de que los legisladores estadounidenses llegaron a un acuerdo para aumentar temporalmente el límite de deuda del gobierno federal. La medida evita una posible moratoria a finales de este mes, que habría obligado a la Fed a volver al modo de lucha contra la crisis.
El último aumento en los casos de coronavirus en Estados Unidos alcanzó su punto máximo a mediados de septiembre. Las estimaciones sobre la magnitud del freno que tuvo en el crecimiento del empleo durante el mes son dispares. La estimación más baja del sondeo de Reuters es de una ganancia general de 250,000 puestos de trabajo y el más alto es 700,000.
El Informe Nacional de Empleo de ADP, que tiene un historial deficiente de predicción del informe más amplio del Departamento de Trabajo, pero proporciona algunas pistas, mostró el miércoles que las nóminas privadas aumentaron en 568,000 el mes pasado.
Datos de Homebase mostraron una baja de 5% en el empleo en septiembre entre las 50,000 pequeñas firmas que rastrea, pero dijo que probablemente se debió a efectos estacionales más que a una debilidad subyacente. Mientras que un informe de esta semana de la firma de gestión de nóminas UKG mostró que el número de turnos trabajados por empleado se estabilizó en septiembre tras caer en agosto.
Pronósticos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) sugieren que las infecciones diarias por COVID-19 continuarán disminuyendo en las próximas semanas. La mayoría de los economistas espera que permitan que las ganancias laborales se aceleren aún más a medida que avanza el año.
La economista Aneta Markowska, de Jefferies, espera que el informe del viernes muestre una ganancia general de 300,000 empleos y una disminución en los trabajos de ocio y minoristas, reflejando la renuencia de algunas personas a trabajar en lugares de mucho contacto durante el reciente repunte de los casos de COVID-19. Sin embargo, espera que esa tendencia probablemente se revierta ante la caída de los casos.