Jim Lake, un cristiano devoto jubilad que vive en el estado de Washington, dice que sus creencias religiosas siempre le han hecho oponerse a prácticas como el aborto, las transiciones transgénero o la investigación con células madre. Pero hasta el año pasado, no se le había pasado por la cabeza que podía poner su dinero al servicio de su fe.
Un asesor financiero cambió la cartera de Lake a un puñado de “fondos amigables con la fe”, uno de los cuales estaba gestionado por GuideStone Funds, una firma de inversión de Texas con 106 años de antigüedad que supervisa unos US$ 24,000 millones en activos. La empresa ofrece sus servicios a jubilados bautistas en el sur de Estados Unidos y, cada vez más, a nuevos inversionistas religiosos como Lake y su esposa.
GuideStone forma parte de una incipiente coalición de cristianos conservadores que están usando su influencia para contrarrestar las políticas corporativas progresistas, como la financiación de desfiles de orgullo gay o la cobertura de costos de desplazamiento de empleadas que buscan abortar. También tienen en la mira a algunos bancos por el supuesto cierre de cuentas de clientes por motivos políticos y religiosos.
Según algunas mediciones, ahora hay medio billón de dólares invertidos en fondos privados que siguen principios religiosos conservadores y en fondos de pensiones estatales. Estos activos pueden usarse para influir en el comportamiento de empresas, dijo Will Lofland, quien supervisa defensa de accionistas en GuideStone.
Esta alianza incluye a Inspire Investing, el mayor gestor de fondos cotizados en bolsa basados en religión; tesoreros en estados con gobiernos republicanos además de fondos de pensiones de profesores en esos mismos estados; y Alliance Defending Freedom, un influyente grupo legal conservador.
A medida que aumentan sus arcas, los miembros de la coalición se reúnen con ejecutivos de empresas y presentan propuestas a los accionistas. Hasta ahora han tenido un éxito limitado, pero pretenden aumentar su bloque de partidarios y dirigirse a más empresas este año, dijo Lofland.
Los inversionistas “quieren honrar al Señor con todos sus recursos”, dijo. “Quieren que sus dólares se inviertan de la forma que creen que honra a Dios”.
La inversión religiosa existe desde hace décadas, a menudo centrada en cuestiones como los derechos de los trabajadores y el cambio climático. Pero fondos como GuideStone se han visto envalentonados por el giro a la derecha de la política en EE.UU. y la oleada de activistas y abogados conservadores que ya han presionado a las empresas para que reduzcan o pongan fin a los programas que apoyan los esfuerzos de diversidad, equidad e inclusión, o DEI.
Muchos señalan con admiración al activista cristiano Robby Starbuck quien ha tenido éxito presionando a empresas como Walmart Inc, Toyota Motor Corp y Harley-Davidson Inc para que den marcha atrás en iniciativas DEI, en particular las relacionadas con causas LGBTQ.
Entre los inversionistas cotidianos sube el interés por los fondos basados en la religión, según Tim Macready, responsable de inversión global en multiactivos de Brightlight, quien asesora sobre carteras basadas en la fe.
Los activos en ETF y fondos de inversión confesionales superaron por primera vez los US$ 100,000 millones el año pasado, según un estudio anual realizado por la firma. El análisis, elaborado a partir de 27 gestores de activos basados en la fe, probablemente solo capte una parte de la actividad. El universo completo podría oscilar entre US$ 200,000 y US$ 500,000 millones, según Macready.
Un corredor-agente pasó de 200 asesores trabajando con GuideStone en 2021 a más de 2,000 en la actualidad, dijo Lofland. Inspire dijo que tuvo nuevos activos netos de US$ 334 millones el año pasado. Su mayor ETF, Inspire 100, obtuvo una rentabilidad de un 11.5% el año pasado excluyendo los dividendos reinvertidos, por debajo de la ganancia del 23% del S&P 500.
El mayor fondo de GuideStone, el GuideStone Equity Index Fund, ganó un 20% el año pasado, ligeramente por debajo del índice S&P 500.
Lake, de 64 años y residente en Nine Mile Falls, en el estado de Washington, invirtió con GuideStone después de que le presentaran a un asesor cuya única práctica consiste en trabajar con personas que invierten en fondos favorables a la fe.
“Realmente me abrió los ojos a la posibilidad de seguir siendo amigo de la fe y, al mismo tiempo, ser competitivo”, dijo Lake.
Bloque conservador
GuideStone opera desde un modesto edificio de oficinas con vistas a una autopista en el norte de Dallas, y mantiene un perfil tan bajo que Lofland dijo que no sabía nada de los fondos hasta que solicitó trabajar allí. La empresa gestiona principalmente las inversiones en pensiones de iglesias bautistas, pero Lofland vio la oportunidad de ser más activo.
Hace algunos años vieron con preocupación la proliferación de propuestas de accionistas progresistas contrarias a sus valores, impulsando ideas como los beneficios para transexuales. Según Lofland, GuideStone no estaba usando el derecho a voto de sus acciones para oponerse a tales medidas. Decidió tomar el control de la forma en que GuideStone votaba las acciones que poseía en las empresas en lugar de depender de asesores externos.
Uno de los primeros esfuerzos fue a fines de 2023, cuando respaldó una propuesta de los accionistas de un grupo conservador que pedía a Microsoft Corp. que informara las diferencias de remuneración y prestaciones entre géneros mientras la empresa abordaba la atención a la reproducción y la disforia de género. La resolución solo obtuvo el 1% de los votos. (Bloomberg Intelligence afirma que en general las propuestas conservadoras en las empresas de EE.UU. obtienen cerca del 2% de los votos).
Lofland dice que por eso los fondos religiosos necesitan crear un grupo mayor de partidarios, en particular de fondos de pensiones de estados conservadores. Dichos inversionistas ya han hecho algo de agitación por su cuenta: El año pasado, responsables financieros de 15 estados firmaron una carta dirigida a las empresas de Fortune 1000 pidiendo la supresión de programas DEI. En conjunto, gestionaban unos US$ 590,000 millones, según datos del censo de EE.UU.
Ese tipo de potencia de fuego es necesaria para contrarrestar los esfuerzos con fuerte respaldo progresista. En julio, el contralor de la ciudad de Nueva York, Brad Lander, instó a cinco grandes minoristas, entre ellos Walmart y Costco Wholesale Corp, a dispensar píldoras abortivas. Los fondos de la ciudad controlaban US$ 1,300 millones en acciones de esas empresas, dijo.
Una coalición de conservadores e inversionistas religiosos, entre ellos Inspire y GuideStone, respondieron con su propia carta al mes siguiente diciendo que ofrecer la píldora añadiría riesgo, pero solo representaban US$ 172 millones en acciones de esos minoristas.
Lofland dijo que la primera iniciativa de GuideStone en 2025 será presionar a una firma financiera por su práctica de desbancarización, o sea el cierre de cuentas de clientes que los bancos consideran que plantean riesgos legales o de reputación. No quiso dar el nombre del banco.
GuideStone apoyó antes los esfuerzos de otro grupo para presionar a JPMorgan Chase & Co. por supuestamente cerrar de forma indebida cuentas de la organización sin ánimo de lucro Comité Nacional para la Libertad Religiosa. Michael Fusco, portavoz del banco, dijo que “nunca hemos cerrado ni cerraríamos una cuenta por razones políticas o religiosas, punto”.
Votaciones por poder
Inspire Investing y Knights of Columbus son otros inversionistas confesionales que trabajan para influir en el comportamiento de las empresas.
Inspire se unió a una demanda en 2023 por un grupo dirigido por Stephen Miller, asesor de Donald Trump, contra Target Corp. Acusaban al minorista de miles de millones de dólares en pérdidas después de que su venta de mercancía LGBTQ provocara un boicot de los consumidores. El mes pasado, un juez federal denegó una moción para desestimar el caso y cambiar su sede fuera de Florida. Target, que en respuesta recortó los productos de temática LGBTQ de algunas de sus tiendas, declinó hacer comentarios.
Inspire, el cual supervisa unos US$ 3,200 millones, presentó el año pasado casi dos docenas de resoluciones de accionistas sobre temas relacionados con medidas DEI. Tiene previsto presentar más en 2025.
“Como administradores de lo que creemos que son los dólares de Dios, es nuestro trabajo decir la verdad bíblica al poder corporativo”, dijo Robert Netzly, fundador de la firma de inversión con sede en Meridian, Idaho.
Knights of Columbus trabaja para desarrollar normas de voto por poder que sigan las directrices establecidas por la Conferencia de Obispos Católicos de EE.UU., dijo Anthony Minopoli, presidente y director de inversiones de Knights of Columbus Asset Advisors, que gestiona unos US$ 28,000 millones. Para esto se está asociando con la Busch School of Business de la Universidad Católica de América, y buscan que las diócesis católicas adopten las directrices para asegurarse de que están votando basándose en las creencias de la iglesia.
El grupo también podría comprometerse con empresas en temas que van desde el aborto hasta la fabricación de minas terrestres y bombas de racimo, que violan los valores eclesiásticos expuestos por la conferencia de obispos, dijo Minopoli.
Incluso si las coaliciones conservadoras y religiosas no consiguen el apoyo de los accionistas a sus propuestas, pueden influir en los ejecutivos de las empresas, dijo Amelia Miazad, profesora de derecho de la Universidad de California, Davis, y quien ha estado investigando a los inversionistas confesionales. Comparó estos esfuerzos con la reacción contra las estrategias ambientales, sociales y de gobernanza, o ASG, que ha hecho que gigantes de la gestión de activos como BlackRock Inc. reduzcan el número de nuevos fondos con ese mandato.
“Si el éxito significa silenciar el discurso corporativo sobre cuestiones ambientales y sociales, entonces estos inversionistas tendrán tanto éxito como lo ha tenido el movimiento anti-ASG”, afirmó.
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