La Reserva Federal (Fed) lanzó el lunes su Programa de Préstamos Main Street, el más complejo plan llevado a cabo hasta ahora por el banco central para ayudar a evitar que la columna vertebral de la economía se doblegue ante las tensiones provocadas por la pandemia del coronavirus.
El programa, dirigido a empresas que estaban en buena forma antes de la pandemia pero que ahora necesitarían efectivo para retener empleados y financiar operaciones, ofrecerá hasta US$ 600,000 millones en créditos a través de instituciones financieras para firmas estadounidenses con hasta 15,000 empleados o ingresos de hasta US$ 5,000 millones.
Los prestamistas deben primero registrarse y la Fed les alienta a comenzar a canalizar préstamos del programa a empresas con fines de lucro "inmediatamente".
El banco central también solicitó comentarios el lunes sobre una propuesta para expandir el programa y permitir que las organizaciones sin fines de lucro también soliciten créditos bajo el programa.
Administrado por la Reserva Federal de Boston, el plan Main Street para empresas apunta a ofrecer préstamos para aquellos que pueden ser demasiado grandes para calificar para el Programa de Protección de Salarios (PPP, por su sigla en inglés), que se dirige a firmas con menos de 500 empleados.
A diferencia del PPP, establecido por el Congreso a finales de marzo y ofrece préstamos que pueden ser convertidos en garantías si las empresas cumplen ciertos requerimientos, los créditos ofrecidos para el programa de la Fed deben ser pagados.
La Fed tardó casi tres meses en diseñar, construir y lanzar un programa para extender el crédito a las empresas en todos los ámbitos de la economía, una gran desviación de su papel de prestamista para el sector bancario.
Las autoridades del banco central ajustaron el programa Main Street dos veces al expandir el rango de tamaños de préstamos para que esté disponible a más firmas que necesitan ayuda para mantener a los trabajadores.
También extendió los préstamos a cinco años, con pagos diferidos durante los primeros dos años, para ayudar mejor a las empresas que luchan con la crisis.
“Apoyar a las pequeñas y medianas empresas para que estén listas para reabrir y volver a contratar trabajadores ayudará a fomentar una recuperación económica de base amplia”, dijo el presidente de la Fed, Jerome Powell, en un comunicado la semana pasada tras el ajuste más reciente.
Al proponer agregar organizaciones sin fines de lucro a la lista de prestatarios elegibles, el banco central busca extender la ayuda a un sector "crítico" que emplea a millones de personas, apoya la innovación y el desarrollo de una fuerza laboral calificada y proporciona servicios esenciales, dijo la Fed.
Para ser elegible, las organizaciones deben estar exentas de impuestos, tener un historial de cinco años de operaciones y cumplir ciertos umbrales financieros, afirmó la Fed en un comunicado de prensa.
Las organizaciones deben tener al menos 50 empleados y no más de 15,000, o ingresos anuales de US$ 5,000 millones o menos.
La Fed recopilará comentarios públicos sobre la propuesta por correo electrónico hasta el 22 de junio.