La escalada de Wall Street a máximos históricos podría estancarse a medida que pierde fuerza la marcada recuperación de las ganancias corporativas tras el impacto de la pandemia del coronavirus COVID-19, según una encuesta de Reuters a estrategas.
Ante el aumento de la presión para que la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos reduzca el estímulo monetario que aplicó para enfrentar el impacto económico de la pandemia, es probable el S&P 500 que termine el 2021 en 4,500 puntos, esencialmente sin cambios con respecto a su nivel actual, según la mediana de un sondeo con más de 40 encuestados.
Históricamente, los especialistas han tenido un historial deficiente en la predicción del desempeño del mercado de valores, pero sus proyecciones brindan una valiosa visión del sentimiento en Wall Street.
Gestores y estrategas consultados en el sondeo anterior de Reuters, en mayo, predijeron en promedio que el S&P 500 terminaría el año en 4,300, que es aproximadamente un 4% por debajo del cierre del lunes de 4,479.53.
La encuesta mostró que, en promedio, los especialistas esperan el Promedio Industrial Dow Jones finalice el 2021 en 36,000 puntos, casi un 2% más que su nivel actual.
“El mercado está siendo impulsado ahora por enormes cantidades de estímulo gubernamental y tasas bajas. Pero eso no puede durar para siempre”, advirtió Dan Morgan, gerente senior de cartera de Synovus Trust.
Las ganancias del segundo trimestre aumentaron un 95% interanual en conjunto para las empresas del S&P 500 a medida que la economía de Estados Unidos se recuperaba de los confinamientos relacionados con la pandemia de coronavirus, con un aumento del 678% y 356% de los sectores industrial y de consumo discrecional, respectivamente, según datos del IBES de Refinitiv.
Sin embargo, esa explosiva recuperación parece haber perdido ya su impulso. Los analistas, en promedio, ahora ven que las ganancias del trimestre de septiembre crecerán solo un 30% para las empresas del S&P 500.
En la encuesta, varios especialistas advirtieron que el mercado de valores de Estados Unidos estaba sobrecalentado y se dirigía a una corrección.
“Creemos que hace tiempo las acciones nacionales debieron anotar una caída de al menos un 10%”, afirmó Robert Phipps, director de Per Stirling Capital Management. “Sospechamos que lo mismo ocurre con los mercados europeos”.