El presidente Donald Trump dice que llevará la elección a la Corte Suprema, pero no está claro qué significa esto en un país donde los recuentos continúan habitualmente después de la jornada electoral y los estados determinan en general cuándo finalizan.
“Iremos a la Corte Suprema de Estados Unidos, queremos que se detenga toda la votación”, dijo Trump el miércoles por la madrugada.
Pero la votación ya terminó. Lo único que continúa en todo el país es el recuento. Los estados no contarán los votos que lleguen por correo con matasellos posterior al 3 de noviembre.
La campaña del demócrata Joe Biden calificó la declaración de Trump de “indignante, sin precedentes e incorrecta”.
“Si el presidente cumple su amenaza de ir a la corte para tratar de impedir el recuento debido de los votos, tendremos equipos de abogados preparados para resistir ese intento”, dijo la jefa de campaña de Biden, Jen O’Malley Dillon, en un comunicado. “Y prevalecerán”.
El especialista en derecho electoral Richard Hasen escribió en la revista Slate el domingo que “jamás han existido fundamentos para sostener que una boleta que llega a tiempo no se puede contar si los funcionarios no pueden terminar el recuento la noche de las elecciones”.
Edward Foley, profesor de derecho electoral de la Universidad Ohio State, tuiteó el miércoles: “Se contarán los votos válidos. La Corte Suprema solo intervendría si hubiera votos de calidez cuestionable que marcaran una diferencia, lo que podría no suceder. El estado de derecho determinará el ganador del voto popular en cada estado. Dejemos que el estado de derecho haga su trabajo”.
En todo caso, no hay manera de presentar una denuncia de fraude directamente ante la corte. Trump y su campaña podrían denunciar problemas por la manera como se cuentan los votos en estados individuales, pero tendrían que recurrir en primera instancia a un tribunal estatal o federal inferior.
Está pendiente ante la Corte Suprema un recurso republicano sobre si Pennsylvania puede contar los votos que lleguen por correo entre el miércoles y el viernes, una extensión ordenada por la corte superior del estado a pesar de las objeciones republicanas. El caso no afecta las boletas emitidas y en poder de las autoridades electorales, aunque aún no las hayan contado.
Antes de la elección la corte se negó a descartar esas boletas, pero los jueces conservadores indicaron que podrían volver sobre esa decisión después de la elección. La corte también se negó a bloquear una extensión del plazo para recibir y contar boletas por correo en Carolina del Norte más allá de los tres días previstos por la ley estatal.
Bastaría una pequeña cantidad de votos objetados para determinar el ganador en cada estado. La diferencia entre Trump y Biden es tan estrecha que algunos miles o incluso cientos de votos podrían decidir quién ganó la elección.