Los consumidores estadounidenses mantuvieron su nivel de gastos en julio gracias al margen que les dejó la caída de los precios de la gasolina, según datos oficiales publicados el miércoles y analistas.
El mercado observa con atención estos números, que influyen en las decisiones de política monetaria de la Reserva Federal (Fed, banco central), luego de varias subidas de tasas de interés en busca de enfriar la economía para contener la inflación.
El total gastado por los estadounidenses en tiendas, gasolineras, bares y restaurantes, entre otros rubros, ascendió a 682,800 millones de dólares en julio, similar al dato de junio, según el Departamento de Comercio.
La cifra, estable, es un poco menor al tímido aumento esperado por los analistas, de 0.1%, según el consenso de MarketWatch.
Nuevo margen
“Las ventas minoristas siguen sólidas”, remarcó la economista Kathy Bostjancic, de Oxford Economics.
“Las personas parecen haber utilizado parte del ahorro obtenido gracias al descenso de los precios de la gasolina para gastar en otros artículos”, constató Ian Shepherdson, de Pantheon Macroeconomics, en una nota de análisis.
Las estaciones de servicio registraron además un descenso de sus ventas, de 1.8% en julio sobre junio.
Las ventas de vehículos y repuestos automotores también bajaron el mes pasado (-1.6%).
Si se excluyen estos rubros que sufrieron retrocesos, las ventas minoristas subieron 0.7% en julio.
En particular, los estadounidenses gastaron más en artículos para el hogar como materiales de construcción y jardinería (+1.5%).
Estas cifras, no obstante, consideran el total de gastos pero no están ajustadas por inflación, por lo que, aunque el volumen de erogaciones se mantuvo, las cantidades compradas se redujeron.
Modo ajuste
El consumo se mantiene fuerte a pesar de las medidas de la Fed para enfriar la economía.
La inflación cedió de todos modos en julio, a 8.5% en 12 meses, y no varió en la comparación mes a mes. Sigue igualmente alta, pero por debajo del 9.1% a 12 meses registrado en junio, que fue un récord en 40 años.
La Fed se reunirá a mediados de setiembre.
Este miércoles se publicaron las actas de su última reunión, en las que el banco central indica que continuará subiendo los tipos de interés de referencia, pero sostiene que “en cierto momento” será apropiado moderar los incrementos.
En ese encuentro en el que decidieron una segunda alza de 0.75 puntos porcentuales de sus tasas, los responsables del organismo consideraron que tomará tiempo llevar la “inaceptablemente alta” inflación al nivel de 2% que considera sano para la economía. También evaluaron el “riesgo” de que puedan aumentar las tasas más de lo necesario y afectar la actividad.
En todo caso, los miembros del Comité de política monetaria de la Fed (FOMC) notaron ya en su última reunión las caídas de los precios de la energía y algunas señales de que los desarreglos en las cadenas de suministro se ajustan.
Mientras tanto, los consumidores estadounidenses mantienen el gasto pero cambian sus hábitos.
El director financiero del gigante de los supermercados Walmart, John David Rainey, explicó el martes que eligen comprar artículos más baratos, en particular cuando se trata de alimentos.