La Corte Suprema de Estados Unidos rechazó el esfuerzo del presidente Donald Trump para poner fin a las protecciones legales para 650,000 jóvenes con residencia ilegal, los cuales son beneficiarios del programa DACA, un importante revés al mandatario en plena campaña de reelección.
Estos jóvenes, conocidos como “dreamers”, fueron llevados a Estados Unidos siendo menores de edad y se quedaron de forma ilegal en el país.
Es casi seguro que el fallo dé relevancia al tema en la campaña de Trump, dada la retórica antiinmigrante de su primera campaña presidencial en el 2016 y las restricciones que ha impuesto desde entonces.
Los jueces rechazaron los argumentos de la administración de que el Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, creado hace ocho años, es ilegal y que los tribunales no tienen un papel que desempeñar en la revisión de la decisión de poner fin a DACA, por las siglas del programa en inglés.