La premura global por conseguir mascarillas para proteger a los trabajadores de primera línea del coronavirus ha convertido al mercado en el “Salvaje Oeste”, debido a que Estados Unidos suele ofrecer más dinero que otros compradores que ya han firmado acuerdos, dijeron autoridades europeas.
En Francia y Alemania, autoridades de alto rango dijeron que Estados Unidos estaba pagando mucho más que el precio de mercado por mascarillas del principal productor en China, en ocasiones adjudicándose contratos mediante ofertas mayores a pesar de que compradores europeos ya habían cerrado un acuerdo.
“El dinero es irrelevante. Ellos pagan cualquier precio porque están desesperados”, dijo un funcionario de alto nivel de la coalición gobernante CDU/CSU de la canciller alemana, Angela Merkel.
Desde que el virus se registró inicialmente en China a fines del año pasado, la pandemia se ha propagado a todo el mundo. Los gobiernos en Europa, América y otros continentes están desesperados por conseguir suministros para médicos, personal de asilos de ancianos y para el público.
Ahora, cuando los casos globales superan el millón y el brote está explotando en Estados Unidos, la competencia por suministros se está intensificando aún más.
El Departamento de Estado y la agencia del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por su sigla en inglés) a cargo de coordinar los esfuerzos de Estados Unidos por localizar y comprar equipos de protección no respondieron de inmediato a una solicitud de comentarios.
“Hasta que tengamos mucho en exceso”
Un funcionario del DHS, sin embargo, dijo esta semana que las compañías estadounidenses y el gobierno han estado pagando precios superiores a los del mercado por gran parte de los equipos comprados en el extranjero.
El funcionario, quien solicitó permanecer en el anonimato para discutir el tema, dijo que Estados Unidos no dejaría de comprar “hasta que tengamos mucho en exceso” y podría seguir buscando equipo de protección en el extranjero hasta agosto.
El ministro presidente del estado alemán de Baviera, Markus Söder, describió el mercado de suministros médicos como el “Salvaje Oeste”.
Una segunda fuente alemana que trabaja para una compañía que ahora ayuda al gobierno de Merkel a ordenar mascarillas dijo que el punto de inflexión ocurrió el último fin de semana de marzo y lo asoció a la mayor presencia de Estados Unidos en el mercado.
Los contratos ya no garantizan entregas, dijo la fuente, agregando: "La demanda es mucho, mucho mayor que la oferta".
Y podría estar a punto de crecer nuevamente. El gobierno del presidente Donald Trump, que ha dudado sobre el valor de las mascarillas para quienes no muestran síntomas, parecía encaminado en la tarde del jueves a recomendar a todos los estadounidenses que usaran mascarillas al salir a exteriores.
En Francia, tres líderes regionales describieron un panorama similar. Jean Rottner dijo que es una pelea constante para garantizar que las órdenes de mascarillas lleguen a la región Gran Este, donde comenzó el brote antes de propagarse a París.
Dijo que los cargamentos cambian de manos en el último minuto. “En la pista (del aeropuerto), llegan los estadounidenses con efectivo y pagan tres o cuatro veces lo que nosotros ofrecimos”, dijo el miércoles Rottner a la radio RTL France.