El comercio de bienes entre Estados Unidos y China aumentó a un récord en 2022, un recordatorio de que los consumidores y las empresas de las dos mayores economías del mundo siguen profundamente conectados mientras sus Gobiernos divergen en una serie de aspectos económicos y políticos.
El comercio total de mercancías entre los dos países creció a US$ 690,600 millones el año pasado, superando el récord establecido en 2018, según datos del Departamento de Comercio publicados el martes. Las cifras no están ajustadas por inflación.
El déficit anual del comercio de bienes con China aumentó un 8% a US$ 382,900 millones, el mayor registrado hasta la fecha tras el déficit de US$ 419,400 millones en 2018.
La profundización de los lazos comerciales entre ambos países corre el riesgo de verse amenazada por la creciente división entre Washington y Pekín, que se han enfrentado en cuestiones como los derechos humanos, el comercio y la competencia por la tecnología y los mercados. Los datos también llegan en un momento particularmente bajo entre ambos, en medio del derribo esta semana de un supuesto globo espía chino sobre territorio estadounidense.
Washington sigue adelante con sus planes para frenar el acceso de China a tecnología sensible de semiconductores e intenta que los países que considera aliados hagan lo mismo.
También está tratando de reducir la dependencia estadounidense de China en materia de mercancías, alentando a las empresas occidentales a invertir en lo que la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, ha denominado “socios comerciales de confianza”, como India, en un proceso conocido como friendshoring.
El valor de las exportaciones de mercancías a China subió a un máximo histórico de US$ 153,800 millones, mientras que las importaciones aumentaron a US$ 536,800 millones, justo por debajo del récord establecido en 2018.
“Esto demuestra que los consumidores tienen mente propia”, dijo William Reinsch, quien se desempeñó como alto funcionario de Comercio en la Administración Clinton y ahora es asesor principal en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, un grupo de expertos con sede en Washington. “A nivel de mercado, seguimos haciendo muchos negocios, a pesar de los esfuerzos de ambos gobiernos. La relación macro no ha cambiado tanto; seguimos comerciando mucho”.
Estrategia arancelaria
El Gobierno de Biden ha mantenido en vigor una serie de aranceles impuestos bajo la presidencia de Donald Trump y se ha enfrentado a Pekín por lo que considera abusos de los derechos humanos, prácticas comerciales desleales y amenazas a la seguridad nacional estadounidense.
Pero cientos de empresas estadounidenses grandes y pequeñas han hecho un nuevo intento para que se eliminen los gravámenes —que se instituyeron en oleadas a partir de 2018—, diciendo que han elevado sus costos de insumos en un momento de aceleración de la inflación.
Mientras la Casa Blanca revisa los aranceles, hay pocos indicios de que esté inclinada a reducirlos significativamente sobre importaciones que abarcan desde insumos industriales, como microchips y productos químicos, hasta mercancías de consumo, manteniéndolos como palanca contra China y en medio de preocupaciones de que derogarlos sería políticamente arriesgado.
Punto álgido de los chips
La industria de los chips sigue siendo un importante foco de tensión comercial.
Aunque China es el mayor fabricante de teléfonos y computadoras, las empresas estadounidenses siguen controlando la mayor parte de la tecnología de chips subyacente, y el año pasado endureció las restricciones a las exportaciones de semiconductores. Pekín presentó un recurso ante la Organización Mundial del Comercio para intentar anular los controles a la exportación impuestos por Estados Unidos, que pretenden limitar la capacidad del país asiático para desarrollar una industria nacional de semiconductores y equipar a su ejército.
Funcionarios de ambas partes están buscando formas de manejar las diferencias entre las dos potencias, y Yellen y el vice primer ministro Liu He celebraron reuniones en persona en Zúrich en enero. Ello siguió a las conversaciones cara a cara que sostuvieron los presidentes Joe Biden y Xi Jinping en Bali, Indonesia, en noviembre.
Pero los esfuerzos por descongelar las relaciones sufrieron un revés después de que el Pentágono detectara un presunto globo de vigilancia chino que sobrevolaba a gran altura emplazamientos nucleares sensibles en Montana, lo que provocó el aplazamiento de una visita del Secretario de Estado, Antony Blinken.
Socios comerciales
China mantuvo su tercer lugar entre los principales socios comerciales de bienes de Estados Unidos en 2022, con un 13% del comercio total. Canadá retuvo el primer puesto con un 14.9%, por US$ 793,800 millones, mientras que México se ubicó segundo con un 14.7%, o US$ 779,300 millones.
El único cambio en la clasificación de los 10 primeros en relación con 2021 fue Vietnam, que subió dos puestos hasta la octava posición, con un comercio total de US$ 138,900 millones.