El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, y sus colegas se enfrentan a una verdadera “perplejidad” en el análisis de hasta dónde subir las tasas de interés en los próximos meses. ¿Por qué se desacelera el crecimiento de los salarios si el mercado laboral está tan ajustado?
La respuesta ayudará a determinar si la Fed puede reducir la inflación sin perjudicar tanto al empleo y la economía. Si la presión sobre los salarios sigue a la baja aunque los empleadores sigan contratando, las autoridades de política monetaria podrían sentirse menos obligadas de seguir empujando las tasas hacia territorio restrictivo para lograr que la inflación regrese a su meta del 2%.
La paradoja: la tasa de desempleo de Estados Unidos ha caído al nivel más bajo en más de medio siglo, lo que aparentemente les da a los trabajadores más poder para exigir salarios más altos. Pero una medida clave de salarios y beneficios se está desacelerando. Jared Bernstein, economista de la Casa Blanca, dice que el tema es una “verdadera perplejidad”.
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Ahora que hay menos enredos en la cadena de suministro, Powell se concentra en el mercado laboral como una fuente importante de riesgo inflacionario. Citó la relevancia de los costos laborales para las industrias de servicios (desde la atención médica hasta restaurantes) al argumentar que los salarios han aumentado demasiado rápido para ser consistentes con la meta de precios del 2% de la Reserva Federal.
Muchos economistas dicen que se necesitaría un daño serio al mercado laboral para neutralizar tales presiones de precios. Pero hay otro escenario que empieza a llamar la atención: podemos hablar de espiral inversa de salarios y precios. Y puede ser la mejor apuesta para el codiciado “aterrizaje suave” de Powell, donde la inflación baja sin una recesión perjudicial.
MarK Zandi, economista jefe de Moody’s Analytics, dice que la desaceleración de los salarios se debe a menores expectativas de inflación entre los trabajadores y sus jefes.
Expectativas reducidas de los costos de vida, que reflejan precios más bajos de la gasolina y el impacto anticipado de los aumentos agresivos de las tasas de interés de la Fed, conducen a exigencias salariales moderadas. Eso a su vez significa menos presión sobre las empresas para subir los precios. Para la Fed, la conclusión es que es posible que no tenga que forzar una recesión tan grande en el mercado laboral.
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Un paso más
“Una desaceleración en el crecimiento de los salarios sin un aumento significativo en la tasa de desempleo nos acerca un paso más al aterrizaje suave”, comentó Sinem Buber, economista principal de ZipRecruiter, un sitio de búsqueda de empleo en línea que trabajó con más de 40 millones de solicitantes el año pasado.
La espiral inversa de salarios y precios no está respaldada universalmente. Jason Furman, antiguo economista jefe de la Casa Blanca, ha propuesto una hipótesis alternativa: la persistencia precios-salarios.
Los costos laborales podrían haber disminuido cuando bajó la explosión de contrataciones impulsada por la reapertura de la economía. Pero el mercado laboral sigue fuera de control, ya que la demanda de mano de obra aún supera con creces la oferta. Eso mantendrá elevados los aumentos salariales y la inflación, según la hipótesis de Furman.
Además, eso requeriría tasas aún más altas de la Reserva Federal, lo que en última instancia implicaría un mayor riesgo de una contracción económica.
Escenario de recesión
“Eventualmente será necesaria una recesión” para que la inflación vuelva a la zona de confort de la Fed, indicó Bruce Kasman, economista en jefe de JPMorgan Chase & Co.
La medida favorita de la Fed de los gastos laborales, el índice de costos laborales, ha reflejado tres trimestres consecutivos de avances menores. Un indicador más estrecho, el pago promedio por hora de los empleados, también se ha desacelerado, con un avance interanual del 4.4% en enero, frente al 5.9% de marzo pasado.
La disminución de las presiones salariales se produjo aunque el desempleo esté en el nivel más bajo desde 1969 y casi el doble de la cantidad de vacantes en comparación con las personas que buscan trabajo.
Zandi argumenta que lo que impulsó los aumentos salariales descomunales registrados hace un año fue un alza en la inflación tras la pandemia, que luego se agravó por la invasión a Ucrania por parte de Rusia.