Ecuador, afectado por la fuerte caída del precio del petróleo, su principal exportación, pidió ayuda al Fondo Monetario Internacional (FMI) para paliar el impacto económico de la pandemia de Covid-19, dijo la directora gerente del organismo multilateral, Kristalina Georgieva.
“Ante la urgente necesidad de acelerar rápidamente las acciones para proteger a las personas y la economía, el Gobierno de Ecuador expresó su intención de buscar nuestro apoyo financiero a través del Instrumento de Financiamiento Rápido (IFR) del Fondo”, indicó Georgieva en un comunicado.
Este financiamiento a través del IFR, que aún debe ser aprobado por el directorio ejecutivo del FMI, podría otorgar a Ecuador hasta US$ 500 millones, pagaderos dentro de poco más de tres a cinco años, según información del Fondo.
“Esta herramienta financiera de emergencia permitirá al gobierno abordar las necesidades urgentes de la balanza de pagos y respaldará políticas que permitan dirigir rápidamente los fondos a los sectores más afectados de Ecuador, incluido el sistema de salud y la protección social, para reforzar su respuesta al Covid-19”, dijo Georgieva.
Al mismo tiempo, agregó que el gobierno de Lenín Moreno y el FMI trabajan en un nuevo acuerdo en el marco del Servicio Ampliado (SAF) actual, con el fin de “reforzar el desempeño económico de Ecuador, fortalecer las bases de la dolarización y brindar beneficios de base amplia para todos ecuatorianos, especialmente la parte más vulnerable de la población”.
Acuciado por problemas financieros, el dolarizado Ecuador acordó en febrero del 2019 con el FMI un crédito en el marco del SAF por US$ 4,200 millones para respaldar un programa económico de tres años, que le abrió la vía para acceder a otros US$ 6,100 millones de otras instituciones multilaterales.
El objetivo del FMI es “proporcionar apoyo inmediato para ayudar a Ecuador a abordar los efectos de una creciente crisis de salud mundial, mientras continuamos apoyando el compromiso inquebrantable de las autoridades de implementar reformas económicas y estructurales muy necesarias para fomentar un crecimiento fuerte, sostenible e integrador”, dijo Georgieva.