Con penachos de coloridas plumas y portando lanzas, un grupo de indígenas waorani protestó el martes ante el Ministerio de Energía en Quito para reclamar la suspensión de la extracción de petróleo en la reserva amazónica del Yasuní.
“Todo el Ecuador dijo: ya no más al extractivismo en este bloque 43″, dijo Zenaida Yasacama, vicepresidenta de la poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), que respalda la demanda de un sector del pueblo wao.
Hace un año, un 59% de los electores ecuatorianos decidió en consulta popular dejar el crudo bajo tierra en esa zona que está dentro del Yasuní (este), una reserva de la biosfera donde viven varias comunidades indígenas, algunas en aislamiento voluntario.
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El mandato popular estableció el retiro progresivo y ordenado de toda actividad relacionada con la extracción en un año como máximo. El gobierno no ha cumplido esa decisión y se siguen extrayendo más de 50,000 barriles por día.
“Venimos a exigir el cumplimiento del ‘Sí’ al Yasuní”, expresó Yasacama, quien con un “viva el Yasuní” arengó a unos 50 aborígenes y ambientalistas que de forma pacífica se manifestaron frente a la sede ministerial.
Ocupando apenas el 0.08% del millón de hectáreas del protegido parque amazónico, el bloque 43 es el principal de todos los que producen dentro del Yasuní y aporta un 10% del total nacional.
El gobierno ha dado muestras de querer aplazar la suspensión de la actividad en esa área. “La moratoria (del cierre del bloque 43) es un camino viable”, ha señalado el presidente Daniel Noboa.
El presidente de la nacionalidad waorani, Juan Bay, llamó en la capital a “salvar la Tierra, poder salvar ese pulmón del mundo que es Yasuní”.
Sin hablar en representación de la ONU, expertos independientes en derechos humanos señalaron el martes que Ecuador debe respetar la voluntad del pueblo y detener las actividades petrolíferas en el Parque Yasuní.
Los especialistas también expresaron, en un comunicado, su preocupación ante informaciones sobre la perforación de nuevos pozos e instaron a las autoridades a aplicar urgentemente la voluntad popular y acelerar el proceso de transición.
Ecuador estimó el año pasado pérdidas por US$ 16,470 millones en dos décadas con el cierre del bloque 43.
“El fracaso de Ecuador en cumplir con la victoria de Yasuní socava la democracia, los derechos indígenas y la justicia climática”, indicó la oenegé Amazon Frontlines, que trabaja con la nacionalidad waorani.
Añadió que el “incumplimiento” de Quito “resalta aún más las acciones insuficientes de muchos gobiernos globales para cumplir con sus compromisos” para frenar el cambio climático.