El COVID persistente puede tener como efecto potencialmente duradero una enfermedad de las vías respiratorias pequeñas por la que los pulmones no se vacían totalmente de aire y que se produciría independientemente de la gravedad inicial de la infección con SARS-CoV-2.
Una investigación que publica la revista Radiology y firma la Universidad de Iowa (EE.UU.) estudió este atrapamiento del aire en los pulmones entre pacientes recuperados del COVID-19, pero que sufrían efectos de forma persistente.
El director del estudio, Alejandro Comellas, señaló que aún tienen que realizar investigaciones para establecer si se trata de un efecto transitorio o permanente.
Diversos informes indican que más de la mitad de los adultos que superan el SARS-CoV-2 experimenta COVID persistente y, de ellos, el 30% presenta síntomas respiratorios como tos y disnea.
El equipo comparó los resultados de diversas pruebas médicas entre un grupo de 100 pacientes con COVID persistente y 106 personas sanas.
Las personas que habían superado el COVID-19 tenían una edad media de 48 años y, de ellas, 67 no necesitaron hospitalización, 17 sí y 16 pasaron por la UCI.
El atrapamiento de aire se da en muchas enfermedades obstructivas de las vías respiratorias, como el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
En el grupo de pacientes que habían tenido COVID-19 el porcentaje medio del pulmón total afectado por el atrapamiento de aire oscilaba entre algo más del 25% en el grupo ambulatorio y casi el 35% en el grupo hospitalizado, en comparación con solo el 7.2% en las personas sanas.
El atrapamiento de aire persistía en ocho de los nueve participantes que se sometieron a la obtención de imágenes más de 200 días después del diagnóstico.
El análisis de las pruebas con ayuda de un tipo de inteligencia artificial conocido como aprendizaje automático supervisado, mostró indicios de enfermedad de las vías respiratorias pequeñas.
Aunque esta enfermedad no se conoce el todo, los datos sugieren que puede estar relacionada con la inflamación o la remodelación de las vías respiratorias pequeñas que impiden que el aire pueda ser exhalado de los pulmones.
“Por primera vez, estamos describiendo la enfermedad de las vías respiratorias pequeñas en esta población de pacientes con covid-19 con síntomas persistentes”, dijo Comellas.
El científico destacó que “algo está ocurriendo en las vías respiratorias distales relacionado con la inflamación o la fibrosis que nos está dando una señal de atrapamiento de aire”.
El equipo quiere continuar el seguimiento de los pacientes en el estudio para ver cuántos mejoran, se recuperan o persisten con el problema.
Si una parte de ellos sigue teniendo la enfermedad de las vías respiratorias pequeñas, “entonces tenemos que pensar en los mecanismos que hay detrás”, agregó Comellas.
Podría ser, consideró, algo relacionado con la inflamación, que es reversible, o con una cicatriz, que es irreversible, y entonces “tenemos que buscar formas de prevenir una mayor progresión de la enfermedad”.