Un adolescente recibe una dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech contra el coronavirus COVID-19 en Quito, Ecuador, el 21 de julio de 2021. (RODRIGO BUENDIA / AFP).
Un adolescente recibe una dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech contra el coronavirus COVID-19 en Quito, Ecuador, el 21 de julio de 2021. (RODRIGO BUENDIA / AFP).

Ecuador, que apareció hace un tiempo en los principales titulares internacionales por el colapso que sufría su sistema sanitario, en la actualidad podría ser un país ejemplo en el mundo con una campaña de vacunación contra el coronavirus aceptable.

Según informa el en base a , Ecuador se ubica entre los países que más dosis diarias de vacunas contra el coronavirus administraba por cada 100 personas.

Es preciso recordar que Ecuador puso en marcha el pasado 21 de enero un plan de vacunación contra el coronavirus, que recibió críticas por su lentitud y varios escándalos, pero el Gobierno del presidente Guillermo Lasso, que asumió el poder el 24 de mayo, ha cumplido con su promesa electoral de vacunar a 9 millones de personas en 100 días de gestión, el 75% de la población vacunable mayor de 16 años.

Las razones de una campaña exitosa

La mayor disponibilidad de vacunas y una eficiente distribución son los principales factores para que se haya obtenido este auspicioso avance en la campaña. Sin embargo, también aparecen razones aparentes, pero que son igual de importantes.

En primer lugar, el esfuerzo hecho por las autoridades en la planificación y logística. Para lograr esto se tuvo que tener una meticulosa coordinación entre los gobiernos regionales y el central, el sector privado, otras organizaciones internacionales y las universidades. Aquí es necesario colocar énfasis en el papel que desempeñó la empresa privada para las respectivas asesorías y recursos logísticos.

El esfuerzo permitió que la campaña tenga “jornadas de vacunación” segmentadas para los trabajadores privados y públicos, estudiantes y público en general. Además, han existido días especiales para inmunizar a grupos con un difícil acceso (por ejemplo: poblaciones indígenas, rurales y migrantes).

La innovación jugó también un rol determinante, ya que se utilizó el registro de los electores, que fue actualizado para las elecciones generales, y los centros de votación para llegar a cada uno de los ecuatorianos.

En segundo lugar, el trabajo coordinado de las organizaciones con el Gobierno central. Se tuvo una cercana colaboración sin precedentes entre el Banco Mundial, la CAP, la OPS, la OMS, UNICEF, el BID y otros organismos de a ONU. De esta manera, se logró facilitar sus experiencias en vacunación con el gobierno local.

Con este tipo de planificación, se dio a la población la respectiva confianza en las vacunas contra el coronavirus. De tal forma, se está permitiendo una adecuada reactivación de la economía. No obstante, se puntualiza que nada de esto habría sido posible si no hubiese existido una correcta transición política entre la administración saliente y entrante.

Como punto final, se coloca énfasis en la comunicación pública que se colocó en marcha para ser parte de la solución y llamar a la población a vacunarse.