China emitió este domingo una advertencia sobre el riesgo de filtración de datos confidenciales a través de torres de medición eólica construidas por “varias empresas” vinculadas a agencias de espionaje extranjeras.
Según el Ministerio de seguridad del Estado del gigante asiático, estas torres meteorológicas se están levantando en áreas sensibles del país bajo la apariencia de medir datos como la velocidad del viento, dirección, temperatura y presión atmosférica, pero con el objetivo real de enviar información al extranjero.
La televisión estatal CCTV informó hoy de varios casos en los que estas empresas han “infiltrado zonas clasificadas”. En un incidente reciente, un residente de una ciudad costera denunció la construcción ilegal de una torre cercana a un área sensible, sospechando que recolectaba datos para el exterior.
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Las autoridades, según el informe al que tuvo acceso la cadena, tras investigar y darse cuenta que la torre podría analizar y enviar datos, lograron detener la filtración.
Además, una torre cercana a una base científica fue desmantelada tras descubrirse que no estaba legalmente registrada y que sus métodos de transmisión eran “complejos, representando graves riesgos para la seguridad nacional”.
La ubicación exacta de las torres y los detalles sobre las penalidades supuestamente criminales no fueron divulgados.
La seguridad nacional sigue siendo una prioridad para China, en un contexto de creciente competencia estratégica con Occidente, especialmente en áreas tecnológicas y comerciales.
El pasado mes de mayo, el mismo ministerio afirmó que onegés extranjeras había “robado datos” relacionados con los trabajos medioambientales del país, algo que, según la cartera, “plantea riesgos para la seguridad nacional”.
En 2017, Pekín aprobó una controvertida ley para gestionar el trabajo de las ONG extranjeras en el país que, según las afectadas, solo sirvió para dificultar su trabajo, estrechar el control sobre sus actividades y “acorralar” a la sociedad civil.
El país asiático revisó el año pasado su ley antiespionaje para incluir la “colaboración con organizaciones espías y sus agentes” en la categoría de espionaje, y en 2022, la Administración Meteorológica de China, junto con el Ministerio de seguridad del Estado y la Administración Nacional de Protección de secretos de Estado, revisó una regulación sobre la detección meteorológica relacionada con el extranjero, prohibiendo la construcción de estaciones meteorológicas en áreas sensibles sin autorización previa.
Además, el Ministerio ha aumentado su actividad en las redes sociales para advertir sobre la “amenaza” que representan los “espías extranjeros” y pedir al público que comparta información sobre “actividades sospechosas”.
El ministro de seguridad del Estado, Chen Yixin, dijo el mes pasado que las amenazas implican los campos político, económico y militar, pero también otras áreas “no tradicionales” como la bioseguridad, el medio ambiente y la inteligencia artificial.