Europa puede aún controlar la expansión de la nueva cepa del virus del COVID-19 registrada en el sur de Inglaterra, que llevó a varios países a cerrar sus fronteras con el Reino Unido, estimó una especialista en mutación de virus.
Sin embargo, existe la posibilidad de que la cepa ya esté circulando en otros países y que haya pasado desapercibida, afirmó la doctora Emma Hodcroft.
La epidemióloga británico-estadounidense, que ejerce en la Universidad de Berna (Suiza), también instó a desarrollar la secuenciación de las variaciones del genoma del SARS-CoV-2, el virus responsable del COVID-19, para poder seguir mejor el camino recorrido por sus inevitables mutaciones.
Hodcroft ha codesarrollado el proyecto Nextstrain, que busca explotar en tiempo real la información sobre agentes patógenos que pueden aportar los datos genéticos.
¿Es demasiado tarde para controlar la difusión de esta cepa?
“A nivel europeo, no lo creo”, subrayó la investigadora, aunque consideró que existen bastantes posibilidades de que “haya más casos de esta variante en Europa de los que hemos detectado de momento”.
“Todavía es posible que se pueda contener esta variante a niveles bajos. Si se encuentra en poca gente y esa gente hace un buen trabajo, cumpliendo con las medidas, llevando mascarilla, quizá no se expanda más”, dijo.
“Nunca podremos impedir que un virus mute, pero podemos mejorar nuestras posibilidades limitando el número de casos”, declaró Emma Hodcroft, insistiendo en la necesidad de respetar las medidas como el uso de mascarilla, el lavado de manos y las distancias; y más teniendo en cuenta que las autoridades británicas aseguran que la cepa descubierta es mucho más contagiosa.
“Cuanto menos circule el virus, menos posibilidades tendrá de infectar a gente distinta con diferentes sistemas inmunitarios, con diferentes historiales de vacunación”, explicó.
“Así, reducimos las posibilidades de que acabe en algún lugar favorable para nuevas mutaciones” que, quizá, puedan ser perjudiciales para los humanos, añadió.
Lo más difícil será hacer que la variante no salga del Reino Unido, advirtió.
“Eso será más complicado, porque es más difícil poner límites” en el Reino Unido.
“Bélgica puede decir cosas como: ‘Ningún vuelo británico puede aterrizar aquí’, pero en el Reino Unido no es posible decir: ‘todo el mundo en Londres, estamos cerrando las carreteras, no pueden salir’”, explicó Hodcroft.
“No digo que no valga la pena intentarlo pero será difícil contener [el virus] en el sureste de Inglaterra, especialmente con la Navidad, que se avecina”, matizó.
¿Qué impacto tiene la difusión de la cepa en los desplazamientos?
“Desgraciadamente, por lo que sabemos, la variante española, por ejemplo, que se expandió durante el verano en Europa, lo que demuestra que los viajes y las vacaciones pueden transmitir el virus o cepas de forma increíblemente eficaz”, subrayó Emma Hodcroft, poco después de que varios países europeos anunciaran el cierre de sus fronteras a personas procedentes del Reino Unido.
“Al final, es una cuestión de cuánto tiempo esperas... intentando encontrar el equilibrio entre no actuar demasiado rápido pero sabiendo que si esperas demasiado, se te puede pasar a oportunidad de contener” el virus, explicó.
Suiza ha impuesto una cuarentena obligatoria a cualquier persona que haya llegado desde el Reino Unido o desde Sudáfrica después del 14 de diciembre.
¿Por qué es importante la secuenciación?
“El método más seguro para detectar esta cepa es la secuenciación”, explicó la doctora Hodcroft. Se trata de examinar completamente el código genético de la variante para ver dónde ha mutado exactamente.
“Lo más importante es rastrear esas diferentes variantes e intentar identificar si alguna de ellas muestra algo preocupante, como una tasa de transmisión más alta, la resistencia a una vacuna o una forma más grave” de la enfermedad, añadió.
“Esta no será seguramente la última variante que nos interese saber dónde está y cómo se desplaza”, destacó la investigadora.