Hace un tiempo la impresión 3D nos parecía un rara avis que daba forma a pequeños objetos e, incluso, a piezas de comida de tamaño contenido. El paso del tiempo y de la tecnología ha conseguido que este método pueda aplicarse a distintas industrias entre las que se encuentra la del motor. Seat es un buen ejemplo de ello. Así trabajan las impresoras 3D de su laboratorio: diez veces más rápido.
Según el portal Ticbeat, se trata de un espacio que está 24 horas al día funcionando y da forma a un promedio de 50 piezas al día. Las nueve impresoras 3D de la marca española ayudan a ahorrar tiempo y a ganar flexibilidad en todas las fases de desarrollo y producción de un coche. No en vano todas las áreas se benefician de su trabajo: desde Diseño hasta Producción pasando por Logística. Y es que por complicado que parezca, son capaces de aplicar geometrías infinitas para ejecutar cualquier tipo de diseño.
Ante todo, rapidez
¿Cuál es la principal ventaja de utilizar la tecnología 3D en la industria del motor? Los tiempos. Las piezas se fabrican diez veces más rápido que en el proceso normal. En éste para dar hacer un retrovisor se necesita varias semanas porque hay que llevar a cabo un molde, que, además, no admite modificaciones; si se quiere probar algo nuevo hay que hacerlo de cero. De la mano de las impresoras 3D esta fase previa desaparece porque los técnicos reciben un archivo y lo mandan a imprimir. Unas 15 horas después, la pieza está lista.
En el laboratorio de Seat hay varias impresoras de fabricación aditiva: multijet fusion, sinterizado, láser, fusión de hilo e, incluso, de curado por luz ultravioleta. Cada una se usa dependiendo de lo que necesitan porque cada tecnología es apropiada para unas piezas. De esta manera, además de la forma exacta, consiguen que ese elemento tenga un peso concreto o que resista temperaturas extremas.
Presente y futuro
Por el momento, el 80% de las piezas que salen de estas impresoras 3D son prototipos que sirven para el desarrollo de los coches. No obstante, tienen más aplicaciones como fabricar útiles y herramientas a medida para la línea de montaje o logos personalizados para vehículos de salón y showcars. Y en los tiempos actuales que vivimos también se han prestado pata hacer pantallas de protección frente al coronavirus y tiradores de puerta para minimizar contagios.
El futuro de esta tecnología tiene la mirada puesta en el cliente y en las necesidades que le puedan surgir. ¿Cuál sería la aplicación práctica de esto? Piezas personalizadas, series especiales o recambios complicados de encontrar cuando, por ejemplo, se trata de modelos históricos que ya no se fabrican.