Desde la crisis financiera de 2008, hemos presenciado cómo la economía estadounidense ha seguido incrementando su deuda pública (deuda/PBI), desde niveles del 64% al 124% en la actualidad. Factores como el rescate bancario durante la crisis del 2008, el relajamiento fiscal durante la pandemia (déficit del 14% en 2020) y la gestión de un déficit fiscal descontrolado (actualmente en niveles del 6%) han transformado el perfil de la deuda estadounidense.
Sin embargo, esta situación no es solo marca de Estado Unidos. El nivel de deuda en los principales países del mundo, como Reino Unido, Francia, Canadá y Japón ha tenido una evolución muy similar, creciendo en promedio en un 50% desde el inicio de la crisis del 2008. Solo Alemania y Suiza mantienen un endeudamiento bajo.
Aún así, muchos de estos países no han sido penalizados por los inversionistas pese a su alto nivel de deuda. Las inversiones, especialmente en Estados Unidos, siguen llegando y, en general, el dólar estadounidense se ha mantenido como la moneda dura de mayor circulación en el mundo. La zona euro, también compuesta por países altamente endeudados, no ha logrado que su moneda (el euro) se aprecie frente al dólar; por el contrario, ante perfiles de deuda similares, los inversionistas han preferido siempre a Estados Unidos. Esto se debe a que su economía enfrenta menos restricciones y crece a un ritmo considerablemente mayor que la de la zona euro. En este caso, se cumpliría el dicho popular: “en el país de los ciegos, el tuerto es rey”.
LEA TAMBIÉN: 2025: un año de incertidumbre, pero también de oportunidades
Por otro lado, Alemania y Suiza han mantenido economías sanas con perfiles de deuda adecuados. Dado que el marco alemán ya no existe, su moneda no ha podido fortalecerse frente al dólar. En cambio, la moneda suiza se ha revaluado un 54% frente al dólar en los últimos 20 años.
La pregunta que surge de este análisis es por qué el franco suizo no ha adquirido mayor relevancia en el comercio internacional ni en los portafolios de inversión frente al dólar. La razón es que la economía estadounidense es 31 veces más grande que la suiza. Si bien Suiza es un centro financiero independiente y altamente sólido, sigue siendo un país pequeño cuya economía no posee las dimensiones suficientes como para que su moneda tenga un uso global.
Basándonos en este análisis, es importante destacar las estrategias que han adoptado los inversionistas para protegerse del riesgo de una posible devaluación de las monedas “duras”. Las alternativas que se han manejado han sido la inversión en bolsa, en metales —principalmente oro y plata—, y, más recientemente, en criptomonedas.
LEA TAMBIÉN: Perspectivas financieras 2025: inflación, tasas y retos globales
En los últimos 20 años, la bolsa estadounidense (representada por el índice S&P500), ha multiplicado por ocho su valor en dólares. Asimismo, el precio del oro se ha sextuplicado en el mismo periodo. Cabe destacar que los bancos centrales de distintos países han aumentado sus compras del metal precioso, pasando de adquirir entre 300 y 400 toneladas anuales a 1,000 toneladas en la actualidad. Esto refleja una clara tendencia a incrementar sus reservas de oro en lugar de bonos del Tesoro estadounidense, evidenciando un deseo de diversificación más allá de las llamadas monedas duras.
A la luz de estos hechos, es evidente que, dado el alto endeudamiento de la mayoría de los países del G-7, el dólar seguirá siendo la principal moneda dura de referencia a nivel global. En cuanto a la mejor estrategia para protegerse del riesgo de una posible pérdida de valor de las monedas duras en los próximos años, las inversiones en la bolsa estadounidense y en metales preciosos han demostrado ser altamente positivas. Estas alternativas deben formar parte integral de cualquier portafolio que busque una diversificación adecuada. Por otro lado, aunque las criptomonedas han experimentado una impresionante valorización, aún les queda un largo camino por recorrer para consolidar un historial confiable e indiscutible, como el que ya poseen la bolsa estadounidense y el oro.
CEO y Fundador Allié Family Office. Past President CFA Society Peru. Licenciado en Ciencias Económicas por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Cuenta con un grado de MBA en Administración de Empresas por la Universidad de Texas en Austin.
Comienza a destacar en el mundo empresarial recibiendo las noticias más exclusivas del día en tu bandeja Aquí. Si aún no tienes una cuenta, Regístrate gratis y sé parte de nuestra comunidad.