Los meses del verano boreal, usualmente alta temporada turística en el hemisferio norte, fueron catastróficos: se desplomó en 81% la llegada de turistas en julio a ritmo interanual y 79% en agosto, precisó esta agencia de la ONU con sede en Madrid.
Esta caída representa 700 millones de llegadas de turistas menos, y pérdidas de US$ 730,000 millones para el sector turístico mundial, equivalente a “ocho veces las pérdidas registradas tras la crisis financiera mundial del 2009”, precisó la OMT en su comunicado.
La región Asia Pacífico, la primera en sufrir la pandemia, fue la más golpeada (-79%), seguida de África y Medio Oriente (-69%), Europa (-68%) y el continente americano (-65%).
La bajada de las llegadas estivales en Europa fue menos pronunciada que en otros lugares (-72% en julio y -69% en agosto), pero “la recuperación fue breve, toda vez que se reimpusieron las restricciones a los viajes cuando volvieron a crecer los contagios”, señaló la OMT.
Para todo el 2020, la OMT espera un retroceso de 70% interanual en llegadas de turistas, y no prevé que haya una recuperación hasta, como pronto, la segunda mitad del 2021.
Un 20% de los expertos consultados por la agencia previeron que la recuperación ocurrirá recién “en el 2022”.
A juicio de la OMT, el hundimiento del turismo obedece a la lentitud en la contención del virus, la falta de una respuesta coordinada de los países para el desarrollo de protocolos comunes, así como el deterioro del contexto económico.
En el 2019, el turismo mundial experimentó un crecimiento del 4% en las llegadas. España fue el segundo destino mundial, por detrás de Francia y por delante de Estados Unidos.