Luego de que China anunciara su intención de imponer nuevos aranceles a los bienes norteamericanos por un valor de US$ 75.000 millones, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó a las empresas de su país retirarse del gigante asiático. Así lo hizo a través de un mensaje en su cuenta de Twitter.
"No necesitamos a China y, francamente, sería mucho mejor sin ellos. Las inmensas cantidades de dinero hechas y robadas por China de Estados Unidos, año tras año, por décadas, va y deben DETENERSE", tuiteó Trump.
"Por la presente, se ordena a nuestras grandes compañías estadounidenses que comiencen a buscar de inmediato una alternativa a China, que incluya traer a sus compañías a CASA y fabricar sus productos en Estados Unidos", agregó.
No obstante el pedido de Trump, no está claro qué autoridad legal podría utilizar para obligar a las firmas de su país a cerrar las operaciones en China o dejar de comprar productos del país.
Asimismo, el presidente estadounidense dijo que lanzaría una respuesta a los anunciados gravámenes chinos, los cuales planean también restablecer los impuestos a automóviles y partes para vehículos fabricados en Estados Unidos.
El anuncio de Pekín sobre nuevas tarifas se produjo en respuesta a los planes de Trump de imponer gravámenes de 10% a bienes chinos valorados en 300.000 millones de dólares que entrarán en vigor en dos etapas –el 1 de septiembre y el 15 de diciembre– y que incluyen teléfonos móviles, juguetes, laptops y ropa.
El Ministerio de Comercio chino dijo que en esas mismas fechas impondrá aranceles adicionales de un 5% o un 10% sobre un total de 5,078 productos originados en Estados Unidos, que incluyen bienes agrícolas como la soja, la carne y el cerdo, así como pequeñas aeronaves.
"La decisión de China de implementar tarifas adicionales fue forzada por el unilateralismo y proteccionismo de Estados Unidos", dijo el ministerio chino en un comunicado.
Fuente: Reuters