La bancada de Perú Libre presentó un nuevo proyecto de ley que busca crear un impuesto a las grandes riquezas acumuladas por personas naturales.
En ese sentido, se busca que todos aquellos que tengan un patrimonio mayor a 3,500 UIT (S/16,100,000) paguen un impuesto que tendría una tasa variable que va incrementando progresivamente.
El proyecto plantea que las personas que tengan más de S/16,100,000 tributen con una tasa de 1% sobre su fortuna total; aquellos con más de 4,500 UIT (S/20,700,000) sobre una de 2%; y los que ostenten una fortuna mayor a 5,500 UIT (S/25,300,000) estarían obligados a pagar sobre una tasa de 2.8% (ver Tabla).
La propuesta no es nueva en el país, ya que en anteriores ocasiones proyectos pasados buscaron implementar este controversial tributo, pero este es el primero que se propone luego de la propuesta de reforma tributaria en Chile, donde el presidente, Gabriel Boric propuso un tributo con una tasa de 1.8% para las personas cuyo patrimonio sobrepase los US$ 5 millones, muy similar a la que actualmente se ventila en el Congreso.
El impuesto se aplicaría a todos aquellos que tengan sus “fortunas en el país y a los domiciliados que tengan una residencia en el Perú de manera continua por más de seis meses o discontinua por 12 meses.
No generaría mayor recaudación
Al respecto, Rodrigo Flores, socio del estudio Hernández & Cía, señaló que la iniciativa no lograría su objetivo de aumentar la recaudación, sino que llevaría a más procesos ante el poder judicial y, además, tendría altos costos de implementación.
El abogado indica, por ejemplo, que no se ha establecido cómo se definirá el valor de los bienes a considerar.
Por ejemplo, con relación a los inmuebles, se podría utilizar el valor de mercado, en base a una tasación, u otro método, lo cual genera incertidumbre con relación a la aplicación de la norma.
Flores agrega que no queda claro a qué ciudadanos aplicaría, ya que se habla de domiciliados pero que, al mismo tiempo, tengan “residencia” continua o discontinua en el país.
Esto, indica, generaría confusión, ya que crearía un nuevo concepto legal de “residencia”, que puede contradecirse con los existentes, como el concepto de “domicilio”.
“El proyecto recurre a la vieja fórmula de cobrar más impuestos a los más ricos que se encuentran en la formalidad. En suma, es un proyecto notoriamente populista y anti-técnico. Simplemente se afirma que se cobra este impuesto porque el Estado necesita más recursos para cerrar brechas sociales”, indicó Flores.