Una generación de estadounidenses que entró en la adolescencia durante la crisis financiera muestra poco temor a la deuda.
Los miembros de la Generación Z tienen más probabilidad de usar sus tarjetas de crédito que los millennials que los precedieron, según muestra una nueva investigación. Esto alienta las esperanzas de la industria financiera de que los adolescentes y veinteañeros de hoy generarán mayores ganancias en los próximos años.
Alrededor del 41% de los miembros de la generación Z que cumplían los criterios para una tarjeta, nacidos a mediados de la década de 1990 o más tarde, disponían de una tarjeta de crédito el año pasado, frente al 34% de los millennials con la misma edad en el 2012, según TransUnion. Un joven promedio de 24 años, por ejemplo, debía aproximadamente US$ 2,000 en su tarjeta, alrededor de una tercera parte más que los millennials a esa edad en el 2012.
Las cifras se suman a señales recientes que indican que los prestamistas no deben preocuparse por la tendencia a evitar préstamos de los jóvenes, a pesar de la propensión a comprar ropa segunda mano tras alcanzar la mayoría de edad en la Gran Recesión. Los bancos esperan mantener niveles récord de ganancias ante la fiebre de préstamos por parte de los hogares estadounidenses.
“Creemos que el deseo de crédito en esta generación es significativo en todos los ámbitos”, dijo Jason Laky, jefe de servicios financieros de TransUnion, una de las tres grandes oficinas de crédito que hace un seguimiento de cómo los hogares gestionan la deuda. “Y la mejora de las condiciones económicas probablemente servirá como trampolín para obtener más crédito”.
Parte de la razón del afán de la industria por prestar a los consumidores entre 18 y 24 años podría ser el hecho de que más de ellos tienen una puntuación de crédito que se considera preferencial o superior. Mientras que el 50% de individuos de la generación Z tienen una puntuación de al menos 661, solo el 39% de los millennials alcanzaban ese nivel cuando se encontraban en ese rango de edad, según TransUnion. Después de todo, muchos millennials estaban entrando en la fuerza laboral con altos préstamos estudiantiles cuando la crisis asestó su golpe.
Aun así, la disposición a la deuda de la Generación Z podría afectar su acumulación de riqueza, dejando a muchos en peor situación que las generaciones anteriores. Los millennials lo saben bien.
El año pasado, acumulaban el 2.9% de la riqueza familiar de la nación, según datos de la Reserva Federal. Unos 16 años antes, estadounidenses con edades similares, aproximadamente entre los 23 y 38 años, tenían casi el doble de esa participación.