Desde 1900, una vez cada década, en promedio, la economía global ha caído en recesión —definida como un descenso del PBI per cápita respecto del mismo periodo del año previo—. El 2020, el mundo experimentó la más profunda desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Apenas dos años después, ¿hay otra recesión en camino?
Las inquietudes se están acumulando. La guerra en Ucrania ha disparado los precios de alimentos y energía, lo que ha machacado los ingresos disponibles de los hogares, los confinamientos en China están distorsionando las cadenas de suministro y los bancos centrales están subiendo rápidamente sus tasas de interés para atenuar la inflación.
Los temores en torno a la situación de la economía mundial han sacudido los mercados financieros. En el último mes, las bolsas de países ricos han caído más de 10%. Activos riesgosos, incluidas acciones de empresas tecnológicas y criptomonedas, han recibido un duro golpe. En tanto, los economistas están revisando constantemente a la baja sus proyecciones de crecimiento global. ¿En qué medida esos temores se están materializando? Una mirada a la data brinda motivos para un cauto optimismo —al menos por ahora—.
Es cierto que en muchos lugares se habla como si ya hubiese recesión. En la OCDE, que representa el 60% del PBI mundial, la confianza del consumidor está más baja que durante el primer brote de covid-19. Un indicador de la confianza de los consumidores estadounidenses elaborado por la Universidad de Michigan para este mes, cayó a su nivel más bajo en una década, según una estimación preliminar.
Los encuestados estuvieron más pesimistas respecto de su propia situación financiera, y fueron menos los que opinaban que este es un momento propicio para comprar bienes durables, debido a la alta inflación. Es que si los consumidores frenan su gasto, la economía se ralentiza. Pero de momento, lo que la gente dice y lo que hace parecen ser dos cosas distintas.
Las reservas de restaurantes en el sitio web OpenTable todavía son mayores que antes de la pandemia. En Estados Unidos, las ventas minoristas siguen incrementándose y la ocupación hotelera continúa mejorando. Una medición de alta frecuencia de hábitos de consumo en Reino Unido, elaborada por la Oficina Nacional de Estadística y el Banco de Inglaterra (banco central), muestra escasas señales de que la población esté dejando de realizar actividades sociales o compras que podrían diferirse.
Es probable que los consumidores puedan seguir gastando por un tiempo más, incluso si la inflación reduce su poder adquisitivo. En la OCDE, los hogares todavía tienen ahorros por alrededor de US$ 4 millones de millones (equivalentes a 8% del PBI del bloque), que acumularon durante la pandemia, según estimaciones de The Economist. Y contrariamente a lo que se supone, no todo el dinero está en manos de los ricos. En Estados Unidos, las cuentas bancarias de familias de bajos ingresos eran 65% mayores a fines del año pasado que en el 2019.
Las empresas también se ven resilientes por ahora. El encarecimiento de costos está perjudicando las ganancias de algunos minoristas, pero el indicador de confianza empresarial de la OCDE permanece sólido. Data de Indeed, un sitio web de empleos, indica que los puestos de trabajo vacantes en países avanzados habrían dejado de aumentar —pero siguen siendo abundantes—.
Además, continúa el apetito por invertir. Analistas de JPMorgan Chase estiman que el gasto de capital a nivel global subió 7.6% en el primer trimestre, respecto del mismo periodo del 2021, el doble de lo registrado hacia fines del año pasado. Pero algunos países se ven frágiles.
Goldman Sachs elabora un “indicador de actividad actual”, que mide el crecimiento económico basado en una combinación de encuestas y cifras oficiales. La economía de Rusia se ha desacelerado bruscamente desde que países occidentales le impusieron sanciones en respuesta a su invasión a Ucrania. Y en China, donde la estrategia gubernamental de cero covid ha provocado los confinamientos más estrictos desde el 2020, la economía podría estar contrayéndose.
Pero la mayoría de países está más firme. Al adaptar una serie de PBI semanal para 45 países, entre ellos India, Indonesia y los miembros del G7, elaborada por el economista de la OCDE Nicolas Woloszko, a partir de data de búsquedas en Internet, estimamos que el crecimiento del PBI global se ha mantenido estable en semanas recientes. Si bien el indicador de actividad económica de Goldman Sachs es más bajo que a inicios del 2021, cuando las economías reabrieron, aún es respetable.
La data podría dar un giro —si Rusia corta el gas a Europa, China agudiza sus cuarentenas o los bancos centrales se ven obligados a elevar sus tasas de interés más rápido de lo que hoy esperan—. En el pasado, cuando el mercado laboral de Estados Unidos estuvo ajustado, indica JPMorgan, ocurría una recesión “en el mediano plazo”. Pero la décimo segunda recesión global desde 1900 todavía no parece haber comenzado.
Traducido para Gestión por Antonio Yonz Martínez
© The Economist Newspaper Ltd, London, 2022