Desde que se produjo la toma de la planta de TGP en Kepashiato, Cusco, a manos de manifestantes, se estaría afectando el suministro de gas natural para la producción eléctrica, lo que a su vez está llevando a un mayor uso de diésel, cuyo alto costo se trasladará a los usuarios desde enero, según expertos.
Si bien Transportadora de Gas del Perú (TGP) aseguró que el abastecimiento de ese gas estaba asegurado pese a la toma de esa planta, el Gobierno emitió la resolución ministerial 430-2022 Minem, donde declara en emergencia el suministro de dicho combustible, tras reconocer que no hay suficiente gas para atender al mercado interno y a la vez su exportación.
¿Qué dispone la norma que dictó el Gobierno?
En tal sentido, la norma dispone que, mientras que no se restablezcan las condiciones de seguridad en la citada planta compresora (que bombea el gas de Camisea por el gasoducto de TGP hasta Lima) y no reinicie operaciones, se priorizará el abastecimiento al mercado interno (es decir, se dejaría de exportar).
Sobre el tema, la empresa TGP indicó a Gestión que el bombeo del gas no está paralizado y que sus entregas al sector eléctrico se vienen atendiendo con normalidad, aunque reconoció que existe el riesgo de que se afecte.
Sin embargo, fuentes del sector eléctrico señalaron que, a raíz de la toma de la citada planta, el bombeo de gas estaría paralizado, por lo que estaría llegando un menor volumen de ese combustible a la capital, lo que, si bien no afecta a los usuarios domésticos, sí afectaría al suministro que requieren las centrales térmicas a gas.
Cabe destacar que la mitad de la capacidad instalada de generación del Sistema Eléctrico Interconectado Nacional (SEIN) está concentrada en diversas plantas termoeléctricas ubicadas en Lurín, al sur de Lima.
No obstante, si bien la otra mitad de la capacidad de generación la aportan hidroeléctricas, debido a la sequía la producción hidráulica ya se había contraído (a un 39% en octubre), según el último reporte del Minem, y como consecuencia la térmica a gas había aumentado, representando ahora el 53% de la generación en el país (ver gráfico).
Se incrementa el uso del Diésel para generación
Por el menor suministro disponible ahora del gas para las térmicas debido a la paralización de la planta de TGP se está compensando ese déficit con la entrada en operación de grandes plantas de reserva duales, con capacidad de producir más de 1,000 megavatios por hora (Mw/h), que operan con diésel, y por lo cual su operación resulta mucho más cara.
Es preciso indicar que, de los 8,000 Mw que demanda el país, en condiciones normales unos 4,000 Mw se suelen abastecer con las termoeléctricas a gas, el resto con hidroeléctricas, y en menor medida centrales eólicas y solares, y en volumen aún menor se suele usar diésel.
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En tal sentido, el ex viceministro de Energía del Minem, Luis Espinoza, explicó a Gestión que son previsibles incrementos extraordinarios en las tarifas eléctricas a partir de un mayor uso de diésel para generar la electricidad.
Ello, detalló, considerando que generar con diésel tiene un costo de US$250 por megavatio hora (Mw/h), frente a hacerlo con gas natural (cuyo costo es de US$30 por Mw/h).
¿Qué impacto habría en las tarifas eléctricas?
En tal sentido, indicó que, si se emplean plantas de 1,000 Mw por hora con diésel, su costo sería de casi US$5 millones por día, lo que significaría un incremento de 1% en las tarifas eléctricas, por cada día que esté afectado el bombeo de gas natural para las centrales ubicadas al sur de la capital.
Considerando que los costos en el sector eléctrico que se producen en un mes se trasladan a las tarifas en el mes siguiente, coincidió en que es previsible que el mayor costo por uso del diésel se refleje en las tarifas de enero próximo.
Ello, explicó, debido a que la regulación dispone que cuando se producen costos adicionales en la generación bajo situaciones extraordinarias, como sabotaje (como ocurre ahora), estos se trasladen a los consumidores, sean regulados o libres. En condiciones normales, todos los costos de la generación los asumen las propias empresas generadoras.
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Por su parte, el ex viceministro de Energía, Pedro Gamio, observó que, en efecto, existe una preocupación por la paralización de la planta de TGP en Cusco, debido a la mayor dependencia de las plantas térmicas a gas natural.
Explicó que, en vista que las centrales hidroeléctricas no están respondiendo ahora como se esperaba (debido al déficit de lluvias), hoy existe una demanda del gas de Camisea mucho mayor de lo que estaba previsto.
Por lo pronto, refirió que con la resolución dada por el Minem (antes mencionada), es previsible que se detenga la exportación de gas natural.