De la madera peruana exportada cada año, un 80% tiene origen ilegal -según las estimaciones del Banco Mundial-, así los proveedores cuenten con todos los papeles en regla, lo que sin duda puede desalentar a compradores extranjeros que opten por prevenir problemas con la ley. Frente a esta situación, ¿cuál es el problema a atacar: la mala imagen del Perú o el hecho de que efectivamente casi la totalidad de esta madera tenga origen ilegal? Una polémica norma emitida por el Serfor encierra esta discusión.
Ambos asuntos forman parte de las conversaciones entre los diversos actores involucrados en el aprovechamiento legal de la madera, del sector privado y el Estado, reunidos en la Mesa Ejecutiva para el desarrollo del Sector Forestal, presidida por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
El aspecto central que se está abordando ahora es la trazabilidad de la madera, que es muy importante para combatir la tala ilegal. Se trata de los mecanismos para garantizar la posibilidad de rastrear el origen y trayectoria de la madera, en cualquier momento del proceso de producción forestal, que va desde la tala del árbol, pasando por las plantas de transformación, hasta la comercialización o exportación de la madera, con el fin de determinar si ha sido extraída legalmente.
El encargado de cumplir esta tarea es el Organismo de Supervisión de los Recursos Forestales (Osinfor), cuya existencia se originó con la firma del TLC entre Perú y Estados Unidos, que compromete al Perú a fortalecer la lucha contra la tala ilegal y ha facultado a los EE.UU. a reclamar por la aparente pérdida de independencia del Osinfor, al haber sido trasladado al Ministerio del Ambiente.
Aún hoy, el Osinfor puede intervenir en cualquier momento un sospechoso cargamento de madera y obtener la documentación que avala su supuesta legalidad, que es la Guía de Transporte Forestal (GTF), en donde se consignan el título habilitante y el plan operativo de manejo. En ambos documentos, emitidos por las autoridades regionales forestales (dependientes de los gobiernos regionales), se precisa cada árbol de donde debió extraerse la madera y su ubicación, lo que permite al Osinfor dirigirse hacia el lugar indicado y verificar in situ si realmente la madera fue extraída de cada uno de los árboles declarados.
Lamentablemente, lo más común es que encuentre estos árboles intactos o no encuentre rastro de ellos (árboles fantasma), lo que demostraría que la madera fue extraída ilegalmente de otro lugar del bosque.
La discusión iniciada por Serfor
Bajo el modelo de trazabilidad aún vigente, las GTF que acompañan al cargamento hasta su exportación consignan la información del origen del producto en el bosque. Fue así que se detectó el cargamento más grande de madera ilegal del que se tiene registro en el país: el emblemático caso Yacu Kallpa, que formó parte de la operación Amazonas. A fines del 2015, Aduanas (Sunat) alertó al Osinfor de sospechas sobre este cargamento y le brindó las GTF que le permitieron detectar que al menos el 96% de la carga valorizada en US$ 4 millones (equivalente a la carga de 60 camiones), enviada a México, tenía origen ilegal.
Por su parte, el Serfor (que forma parte del Ministerio de Agricultura) tiene la facultad de emitir las normas regulatorias para el aprovechamiento forestal, que deben cumplir las autoridades forestales regionales y las empresas, en tanto que el Osinfor debe fiscalizar su cumplimiento.
Haciendo uso de esta facultad, el Serfor efectuó el año pasado cambios normativos que si bien aún no han entrado en vigencia, de hacerlo impedirían una trazabilidad completa de la madera y pondrían en riesgo la lucha contra la tala ilegal, según advertencias hechas por el Osinfor, bajo la jefatura de Máximo Salazar, y la coordinadora de las Fiscalías especializadas en materia ambiental (FEMA), Flor de María Vega Zapata, tal cual consta en documentos a los que accedió Gestion.pe.
Las alarmas se encendieron en la sesión de la Comisión Multisectorial Permanente de Lucha contra la Tala Ilegal del 28 de febrero del 2018, cuando el Serfor, entonces bajo la dirección de John Leigh, expuso su propuesta del modelo de trazabilidad “balance de materiales”, que entraría en vigencia con los lineamientos que la institución ya había aprobado para el uso de los libros de operaciones de las plantas de transformación primaria (RDE N° 263-2017-Serfor-DE).
En su Informe N° 0003-2018, el Serfor explica que este modelo considera viable registrar la información del origen de la madera (título habilitante y plan de manejo) en las GTF que acompañan la madera que va del árbol hacia la planta de transformación primaria (aserraderos), pero no así en las GTF que expida la planta junto con sus despachos de madera procesada. Estas guías ya no contendrán información sobre el origen de la madera en el bosque, aquí se perdería el rastro. En cambio, el operador de la planta solo debería registrar en su libro de operaciones las cantidades de madera que recibió y emitió.
Al justificar su propuesta, el Serfor aducía que en la planta de transformación los materiales se mezclan y no es viable distinguir el origen de cada grupo de tablones, algo que el Osinfor refuta en su Oficio N° 012-2018, que precisa múltiples evidencias de la factibilidad de mantener este rastro.
Así, el Serfor confiaba la efectividad de la lucha contra la tala ilegal a la labor de fiscalización que le corresponde al Osinfor para evitar que la madera ilegal llegue hasta la planta de transformación, una labor para la cual dicho organismo afronta múltiples obstáculos ya conocidos, entre ellos el que las autoridades regionales no le entreguen la totalidad de los planes operativos aprobados (solo le remiten el 15% de ellos, según estimaciones del Osinfor), sin los que no puede fiscalizar; y la falta de presupuesto para realizar todos los operativos necesarios.
Osinfor y las FEMA expresaron desacuerdo
Si bien este cambio parece un detalle técnico, alteraría todo el proceso para detectar el origen de la madera y, por ende, haría peligrar la lucha contra la tala ilegal, según se desprende del Oficio N° 450-2018, que la fiscal Vega, coordinadora de las FEMA remitió al Osinfor en abril del 2018, en el que le solicita su posición institucional frente al modelo de trazabilidad expuesto por el Serfor y le expresa su “preocupación” por el mismo, “ya que solo permitiría rastrear dichos productos forestales desde su origen en el bosque hasta los centros de transformación, y no a lo largo de toda la cadena de producción forestal”.
En la respuesta del Osinfor, entonces bajo la gestión de Salazar, se evidencia una alarma similar. “El nuevo formato plantea trabajar los volúmenes a través del balance de materiales (ingresos y salida de volúmenes), lo cual no permite realizar la trazabilidad y demostrar el origen del producto forestal”, indica el Osinfor en el Oficio N° 058-2018, que contiene el informe N° 027-2018, además de considerar que la resolución del Serfor que aprueba este cambio podría hacer peligrar los procesos fiscales y judiciales en torno a la tala ilegal y “es susceptible de una acción popular, por vulnerar la Ley 29763 (Ley Forestal)”.
“Con el modelo balance de materiales, no se habría podido realizar la operación Amazonas ni hubiera sido revelado el caso Yacu Kallpa”, dice a Gestion.pe una fuente del Osinfor que conoció de cerca este operativo y prefiere no revelar su identidad.
Otra fuente de la misma institución señala que la trazabilidad de la madera sirve de disuasivo para los traficantes ilegales de este bien. “Si saben que no se va a poder rastrear el origen de la madera, con mayor razón van a extraerla ilegalmente”, advierte.
Ambas fuentes consideran que este cambio tiene por objetivo evitar dificultades a los comercializadores y exportadores de madera peruana, que se ven afectados por la mala imagen del Perú y afrontan aprietos al detectarse la ilegalidad de la carga, a pesar de que supuestamente no hayan tenido conocimiento de este origen, En efecto, bajo dicho modelo, una vez emitida la madera por la planta de transformación no cabría la posibilidad de que se determine su ilegalidad, señala el Osinfor.
La preocupación de los empresarios por mejorar la imagen del Perú como país exportador de madera es algo que han venido poniendo de manifiesto en la Mesa Ejecutiva Forestal, donde por supuesto demandan una lucha implacable contra la tala ilegal, en la que coinciden todos los integrantes: Serfor, Osinfor, MEF, Minagri, gremios empresariales, etc. Sin embargo, todavía no hay un consenso sobre la forma de llevarla a cabo.
Nuevas gestiones, nuevas posturas
Como lo indicó el viceministro de Políticas Agrarias, William Arteaga a Gestion.pe: “Todos queremos combatir la tala ilegal, tanto Osinfor como Serfor coinciden en eso, pero en lo que no se habían puesto de acuerdo es en la forma de hacerlo. Ahora ambas instituciones tienen nuevas autoridades, que deberán sentarse y conversar”. Esto será materia de discusión en la próxima Mesa Ejecutiva Forestal.
Debido a esta discusión es que todavía no han entrado en vigencia los nuevos lineamientos que contienen el polémico modelo de trazabilidad de la madera. El nuevo jefe del Serfor, Luis Alberto Gonzales-Zúñiga, nada más asumir el cargo al que accedió por concurso público, emitió una resolución (023-2019), que aplaza hasta fines de mayo la puesta en vigencia de la Resolución 152-2018, que recoge este modelo. Sin embargo, sostiene que esto no sucederá hasta que no se haya “ajustado” la norma.
“El concepto balance de materiales tiene que ser ajustado. Es un formato que no puede excluir de la guía de transporte (GTF) los datos del título habilitante y el plan de manejo, que son indispensables para la trazabilidad”, dijo a Gestion.pe. La jefatura actual del Osinfor, que es transitoria, aún no ha respondido las consultas de este medio respecto a su posición sobre este asunto,
No obstante, en recientes sesiones de la Mesa Forestal la propuesta “balance de materiales” aún tenía defensores. Allí se están analizando también otras propuestas para determinar el modelo de trazabilidad de la madera que regirá en un país donde la tala ilegal sigue siendo una papa caliente.