Los fondos soberanos del país están casi agotados. Es decir, solo queda US$ 1 millón en el Fondo de Estabilización Fiscal, de los US$ 5,300 millones que tenía a principios de 2020, advirtió Scotiabank, por lo que la mayor parte de los recursos que se necesitarán en 2021 deberá provenir de nuevas emisiones de deuda.
Además, los requerimientos de financiamiento fiscal del Perú para 2021 rondan el 6.5% PBI, según el Marco Macroeconómico publicado por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
En su reporte semanal, el banco ancitipa una nueva emisión de alrededor de S/ 43,000 millones en Bonos Soberanos en el 2021, más del doble del promedio de S/ 18,000 millones visto entre el 2016 y el 2019, y muy por encima de los S/ 4,000 millones que podríamos terminar viendo en 2020.
Los requisitos externos apuntan a la emisión de alrededor de US$ 3,300 millones de bonos globales en lo que queda de 2020. Este es el mayor aumento en la oferta que esperamos ver en la región.
“El elevado monto de emisión de deuda prevista para 2021 sí plantea un riesgo de oferta para la curva peruana en el mediano plazo”, indicó el banco.
Scotiabank también subrayó que mientras el país se acerca al período electoral, el gobierno podría tener dificultades para encontrar las ventanas de oportunidad deseadas para ir al mercado, ya que es probable que el ruido político siga siendo alto debido al contexto electoral y la crisis económica podría profundizar las tensiones sociales y ejercer presión sobre nuevas liberaciones de ahorro interno.
“Creemos que el gobierno preferiría esperar hasta que los rendimientos en la parte más larga de la curva salgan de sus recientes máximos antes de entrar en el mercado, pero solo durante un tiempo pueden mantener sus planes de financiación en suspenso”, apuntó la entidad financiera.
Al mismo tiempo, añadió, cualquier emisión debe tener en cuenta lo que podría absorber el mercado. Una emisión semanal de S/ 400 millones podría ser perjudicial para el mercado de bonos local, que todavía tiene una prima de plazo considerable, como lo indica la pronunciada curva.
Algunas de las estrategias más probables para que el MEF asigne la nueva deuda sería volver a aprovechar el bono Soberano 2034 y 2040, y/o emitir un nuevo bono a 10 o 15 años para incrementar la liquidez en el extremo largo de la curva, prevé Scotiabank.
En cualquier caso, la nueva oferta mantendrá la curva de Soberanos empinada, evitando cualquier repunte considerable en los vencimientos más largos, estimó.