En el 2023 la actividad económica mundial tendría una desaceleración marcada por un entorno de inflación y tasas de interés altas, sobre todo en los socios comerciales de Perú.
Según proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía de EE.UU. crecería 1% en el 2023. La Fed de ese pais estima 0.5%, mientras que el Banco Central de Reserva (BCR) considera un 0.6%. Las previsiones se han ido corrigiendo a la baja.
Diego Camacho, Economista Internacional de Research de Credicorp Capital, explicó que las probabilidades de recesión en EE.UU. obedecen al aumento de tasas de interés en ese país.
El año pasado, la guerra de Rusia y Ucrania derivó en presiones por el lado de precios de materias primas (combustible y alimentos), que se sumaron a un proceso inflacionario que venía desde el 2021, debido a las restricciones en las cadenas de suministros (precios de fletes) por la pandemia, dijo.
“En enero (del 2022), el discurso de Jerome Powel (presidente de la Fed) sobre la naturaleza y persistencia de la inflación cambió de manera importante, y la ubicó como una amenaza, dando paso al ciclo de aumento de tasas acelerado. Luego, en febrero, se desata el conflicto en Europa agravando el proceso de inflación. Esto volvió más agudo el escenario de precios y, por lo tanto, el impacto esperado en la actividad económica. Esto ayuda a entender la probabilidad alta de que haya una recesión en EE.UU.”, afirmó.
El ciclo de alza de tasas de la Fed empezó en marzo del 2022, pasando de niveles cercanos a 0% a un rango entre 4.25% y 4.5%. Se prevé que esta llegue a 5.1%.
Luis Eduardo Falen, head de Macroeconomía de Intéligo SAB, también señala al aumento acelerado de tasas como la principal razón de una probable recesión en EE.UU.
No obstante, destacó que el consenso de Bloomberg aún no indica ese escenario, pero sí de crecimiento cercano a 0%.
“El panorama es que habrá debilidad en el crecimiento de EE.UU. Está pesando el aumento de tasas de la Fed y su impacto a través del enfriamiento de la economía. Hay temor de que se pueda pasar la mano con ello y se caiga en recesión. Hoy la realidad de Estados Unidos es que hay una inflación que es difícil de bajar, que se ha trasladado a servicios, y un mercado laboral aún sobrecalentado (que impacta en la inflación)”, agregó.
Credicorp Capital indicó, sin embargo, que EE.UU. podría afrontar una recesión leve, por la resiliencia del consumo privado en el 2023.
“La tesis que se considera más probable es que la economía de EE.UU experimente un tipo de recesión suave y poco duradera, destaca que el consumidor aún cuenta con un nivel elevado de “exceso de ahorro”, que evitaría un ajuste fuerte en la demanda agregada. Esta postura destaca el rol que siguen teniendo las transferencias y subsidios, y la dinámica en la compensación de los empleados”, comentó.
Eurozona
Camacho mencionó que lo anteriore xplica también las probabilidades de recesión en Europa. Así, refirió el impacto del ciclo de normalización de tasas de interés, y los problemas surgidos con el conflicto geopolítico, con repercusión en los costos energéticos de la región (recortes de suministro de gas ruso a Europa).
Según el FMI, el crecimiento de la zona Euro sería de 0.5% en el 2023, mientras que el BCR estima 0%.
“En Europa es similar (a EE.UU.), no solo tienen el ciclo de normalización de tasas (del Banco Central Europeo), sino el impacto de la guerra en la región, vinculado con los precios de productos energéticos. Si estas dos economías (Europa y Estados Unidos) entran en recesión, es de ahí que se cree en una recesión de la economía mundial con una probabilidad en aumento”, manifestó.
Para Falen es sobre todo la crisis energética que afronta Europa, por la que se habla de una entorno recesivo para el siguiente año, en donde el consenso de Bloomberg estima una contracción de 0.1% en el 2023.
“Es un componente que no solo afecta en términos inflacionarios, sino directamente en la parte industrial y, por lo tanto, en los niveles de producción”, expresó.
China, otro socio clave
China, otro de los socios comerciales de Perú, tendría un crecimiento de 4.8% el próximo año, según el BCR, mientras que el FMI indica un 4.4%. Este nivel es mayor al que se estima en el 2022 (3%), pero aún está por debajo de lo que acostumbraba crecer el país asiático en etapa precovid.
Al respecto, Camacho estima que China compensaría, en parte, el posible escenario recesivo para la economía mundial, con una postura más laxa frente a control del COVID-19.
El Politburó del Partido Comunista chino afirmó que buscará un “giro en la economía” en el 2023 e impulsará significativamente la confianza de los mercados.
China anunció el fin de su estricta política sanitaria de “covid cero”, poniendo fin a los confinamientos a gran escala y dejando de internar sistemáticamente a las personas positivas en centros de cuarentena. Sin embargo, tras ello se ha suscitado un riesgo en ese país ante el fuerte aumento de casos, por lo que aún hay incertidumbre sobre la duración del plan.
“China tuvo un año complicado derivado de su política de covid cero, que paralizó en buena medida su actividad económica. Ahora se apunta a relajar esas restricciones, lo que supondría una mejora en su economía. Asimismo, ese país está en medio de un proceso de ajuste financiero despues de varios episodios de estabilidad financiera, siendo el más famoso el del sector inmobiliario con Evergrande. Esto puede contribuir a que el impacto de la recesión en EE.UU. y Europa no sea tan marcada”, sostuvo Camacho.
Según Falen, el escenario de relajamiento de restricciones contra el covid en el país asiático explicaría el rebote esperado en el crecimiento, y también ubicó a esa economía como una “fuente de crecimiento para el mundo”.
“El riesgo que tendrá la economía el siguiente año es el repunte de casos que se está viendo. No obstante, por ahora se espera que haya una reapertura de su economía que se refleje en su crecimiento. Se estaría por debajo aún de lo que fue prepandemia, pues se alcanzaría 4.8% (según consenso de Bloomberg)”, indicó.
Emergentes y Perú
Camacho señaló que el escenario para economías emergentes es aún desafiante, teniendo en cuenta un deterioro de la actividad de los socios comerciales, y también una volatilidad de los precios de materias primas (por ejemplo, cobre).
“América Latina y países emergente en general quedan en un escenario que es aún desafiante, por las tasas de interés elevadas en Estados Unidos y Europa, lo que marca la pauta de las tasas en nuestras economías. El precio de las materias primas seguiría sujeto a mucha volatilidad, pues por un lado veríamos los efectos de una eventual menor demanda por parte de las economías que apuntan a recesión, y también un soporte por parte de China, si se logra concretar el abandono de las políticas contra el covid″ , dijo a Gestión.
Según analistas, el impacto en la economía local podría venir por distintos frentes, por la desaceleración en EE.UU. y Europa.
Las exportaciones de textiles y agroindustria, al igual que de servicios vinculados al turismo, sentirían el impacto, pero también habría efecto por el lado de la recaudación tributaria, debido a los menores precios del cobre (principal producto exportado por Perú) respecto de la primera parte del 2022.
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Datos
- Altos funcionarios chinos están debatiendo un objetivo de crecimiento económico para el 2023 de alrededor del 5%, a medida que Pekín cambia de rumbo para impulsar la recuperación, según Reuters.
- Los términos de intercambio caerían 4.2% en el 2023, según el BCR, luego de una contracción del 10%. Los precios de exportación caerían 6.6% el siguiente año.
- El precio promedio del cobre pasaría de US$ 3.99 la libra en el 2022 a US$ 3.58 en el 2023, según el banco central.