Las minas en Perú están operando normalmente en medio de protestas, incluida una huelga de camioneros por los costos del combustible, dijo Raúl Jacob, presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE) y director financiero de la minera Southern Copper.
La huelga no ha incluido ningún bloqueo de carreteras, dijo Jacob en una respuesta por correo electrónico a las preguntas.
Los transportistas de carga pesada acatan un paro a nivel nacional desde el lunes 27 de junio.
Perú es el segundo mayor proveedor de cobre del mundo y un importante productor de zinc y plata.
Paro
En Perú, que paga la gasolina más cara de la región, según un estudio de Bloomberg difundido el pasado 22 de junio, los transportistas de carga pesada comenzaron este lunes una huelga indefinida para exigir la reducción del precio del combustible, la restitución del transporte de mercancías como servicio público y la regulación de peajes, entre otros temas.
El análisis de la compañía estadounidense de asesoría financiera asegura que en Perú se pagan hasta US$ 6.2 por galón, seguido de Brasil (US$ 5.8), Chile (US$ 5.4), Paraguay (US$ 5.3), México (US$ 4.6), Argentina (US$ 3.7), Ecuador (US$ 2.6), Colombia (US$ 2.3) y Bolivia (US$ 2.1).
Al llegar este martes a su segundo día, la paralización aún no ha causado un gran impacto en el abastecimiento de alimentos de primera necesidad en las grandes ciudades del país, incluida Lima, además de que las carreteras se mantienen despejadas e incluso muchos camioneros siguen trabajando.
A pesar de ello, el Gobierno declaró “estado de emergencia” durante treinta días en la red vial nacional, lo que supone restringir derechos constitucionales como el libre tránsito por carretera, para evitar desórdenes públicos.
Al ser Perú un país con producción de petróleo limitada, ésta tampoco se ha visto afectada. En tanto, el Ministerio de Economía y Finanzas confirmó el incremento de la compensación a cargo del Fondo de Estabilización de los Precios de los Combustibles.
La indemnización se ha duplicado para el diésel, de 66 centavos de dólar a US$ 1.3, a fin de mitigar el impacto del aumento del precio internacional del petróleo sobre este combustible, destinado principalmente al servicio de transporte local de carga y pasajeros.