Hasta el momento, para el caso del crowdfunding, no hay ninguna compañía con licencia de funcionamiento. El año debería acabar con por lo menos seis empresas de crowdfunding operando en el Perú, señaló Alvaro Castro, embajador y miembro del Comité Regulatorio de la Asociación Fintech del Perú.
Luego de aprobarse el decreto de DU 013-2020 que daba la competencia a la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV) para la regulación de crowdfunding, en el 2021 se aprobó mediante la resolución N° 045-2021-SMV/02 el “Reglamento de la Actividad de Financiamiento Participativo Financiero y sus Sociedades Administradoras”. Desde ese momento las empresas podían solicitar las licencias (de organización y funcionamiento) para operar como plataforma de crowdfunding.
Castro mencionó que, a pesar de no tener las licencias, sí hay empresas (tres que operaban antes de que salga el reglamento) a las cuales, excepcionalmente, la reguladora les permitió seguir con sus actividades hasta que terminen de regularizarlas. Esto con el fin de obtener la licencia de funcionamiento (tenían que pedirla a más tardar a los seis meses desde que se publicó el reglamento).
“Eran unas cuatro o cinco empresas que informaron a la SMV que ya estaban operando y que iban a regularizar sus actividades cuando salga la norma. Luego de que salió el reglamento algunas empresas iniciaron este proceso y otras no expresaron interés en continuar operando. Estas empresas, al estar ya constituidas, solo tenían que obtener la licencia de funcionamiento según la norma”, señaló el también director de Sumara Hub Legal.
Por otro lado, de las compañías que planean entrar al mercado, son tres las que la SMV les ha otorgado la autorización de organización y estarían por solicitar la de funcionamiento; es decir, han cubierto la primera etapa.
“Estas recién están autorizadas en crear la compañía y aptas para conseguir la autorización de funcionamiento. En ese sentido, serían seis las empresas que realicen crowdfunding, pegados a la norma, hacia fines del 2022”, precisó.
Influencia política y perspectivas
Castro mencionó que el ruido político ha hecho que empresas, que consideraban entrar al mercado peruano como plataformas de crowfunding, aún se mantengan expectantes.
“He visto casos de empresas extranjeras que solo están esperando las señales correctas del gobierno. El inversionista extranjero es más sensible porque, por ejemplo, si no entra a Perú puede entrar a Colombia o Chile. Hay dudas sobre el clima de negocios”, precisó.
Señaló, además, que el 2022 es un año más de prueba para que las empresas, que están considerando iniciar con el proceso de licencias ante la SMV, hagan efectivo su ingreso más adelante. Estos estarían interesados en cómo va la regulación y el mercado.
“Hay empresas que están viendo el tema de crowdfunding como una posibilidad, pero antes quieren ver cómo les va a las primeras que entran. Es posible que empresas financieras que están en otras operaciones (por ejemplo, préstamos) terminen haciendo también crowdfunding, siempre y cuando hayan las facilidades desde lo regulatorio. En el 2023 posiblemente haya una mayor cantidad de empresas haciendo crowdfunding”, manifestó.
En corto
Según Castro, la autorización de organización está vinculada a la evaluación del regulador a los accionistas fundadores de la empresa. “Se requiere saber, por ejemplo, que estos no estén involucrados en algún delito o que hayan sido sancionados por alguno”, precisó.
La autorización de funcionamiento, por su parte, es donde se tiene que acreditar criterios como el equipo humano, infraestructura tecnológica, manuales de operaciones, protección de datos personales, entre otros puntos vinculados a una correcta operación.