Debido a la sequía que azota al país, los sistemas de almacenamiento de agua en la zona altoandina del departamento de Lima y que permiten asegurar su abastecimiento a la capital, están a sus niveles históricos más bajos de los últimos años.
Según el último reporte del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi) (al 30 de noviembre) el Sistema de Lagunas Centro -ubicado en la sierra del departamento de Lima, y de donde se trasvasa el agua para Lima y Callao-, contaba con 107.5 millones de metros cúbicos (mmc) de agua, de un total de 361.4 millones de mmc que puede almacenar, es decir está apenas al 29.75% de su capacidad total.
¿Cuál es la capacidad de almacenaje de Sedapal?
Por su parte Sedapal informó que el almacenamiento de agua (que realiza esa empresa en sus instalaciones para potabilizar el agua) ha tenido una tasa promedio de descenso mensual de 30 mmc, siendo la cifra registrada más baja de los últimos seis años.
Así, indicó que, al cierre de noviembre, si bien tenía previsto almacenar 130 millones de metros cúbicos (mmc), sólo logró almacenar 102 mmc, 21.5% menos de lo habitual.
Por otro lado, a juzgar por los pronósticos del Senamhi, no se espera en lo inmediato que mejoren las condiciones para asegurar un mayor suministro de agua para la capital.
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Grinia Avalos, subdirectora de Predicción Climática del Senamhi, indicó a Gestión que el pronóstico de esa entidad es que las lluvias que permiten alimentar al sistema de lagunas en el centro del país ocurrirían aún a fines de diciembre, pero que, además, su normalización será gradual.
Asimismo, los pronósticos estiman que, para la época de caudal más bajo; es decir, entre mayo y noviembre de 2023, los niveles de almacenamiento (en las instalaciones de Sedapal) serían menores a 282 MMC (capacidad total), según refirió esa empresa, que, no obstante, no detalló cuáles serían los niveles esperados.
Uso irracional en la capital
En esa línea, Katia Ochoa, gerente comercial de Sedapal, informó a Gestión que el hacer un uso racional del agua ahora va a ser determinante para mantener el nivel de abastecimiento en Lima y Callao y asegurar el mismo en los próximos meses.
Por el momento, aseguró que hay aún una continuidad regular en el suministro a los usuarios, descartando un desabastecimiento.
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Sin embargo, advirtió que si se sigue haciendo un despilfarro o uso irracional del agua “seguro mañana o el próximo año nos quedamos sin. Si no hago un uso racional ahora, sí se puede poner en riesgo la continuidad del servicio”.
Explicó que si bien la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que el consumo por habitante al día debería ser de entre 50 a 100 litros como máximo, hoy en día la población de Lima y Callao supera esa cifra. Estimó que, en la capital, se superan ampliamente los 100 litros por habitante al día, y hay distritos donde llega a más de 200 litros diarios.
Consideró que esa situación se podría producir por diversos factores, por falta de sensibilización o una educación adecuada, pero también porque el precio que se paga por el agua (en Lima) es muy barato si se compara con el de otros países de la región.
Escasez se podría agudizar
Por su parte, Manuel Collas, director de Planificación y Desarrollo de Recursos Hídricos de la Autoridad Nacional del Agua (ANA); coincidió en que se debe hacer un uso racional del agua, pues la escasez del recurso hídrico se puede agudizar, como ya está sucediendo en países de Europa, donde se produjo este año una sequía que no se veía en 100 años.
En tal sentido, una alternativa en el corto plazo, además del ahorro en el consumo del agua, es que Sedapal contrarreste el déficit existente en el almacenamiento de este recurso, aumentando la provisión de aguas subterráneas a través de los pozos que administra esa empresa, refirió Collas.
Para el largo plazo, indicó que la alternativa es impulsar el desarrollo de proyectos de trasvase de agua de otras fuentes que tienen mayor disponibilidad de ese recurso, como de la cuenca del río Mantaro, para lo cual se deben desarrollar también proyectos de almacenamiento, represas, obras hidráulicas, entre otros.
Citó como ejemplo que en la cuenca del río Santa, de poco más de 13,500 kilómetros cuadrados, todos los años se pierden al mar más de 470 millones de metros cúbicos de agua, a pesar que esa fuente abastece a los proyectos de irrigación Chavimochic y Chinecas.
La ANA, asimismo, está desarrollando un programa masivo para estudios de represas en diferentes cuencas del país, con propósitos múltiples, no solo para riego, sino para generación eléctrica y también para consumo poblacional.
Temor en el sector empresarial
Por su parte, Jorge Ochoa, representante del gremio de la Pequeña Empresa de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), señaló que de haber problemas en el suministro de agua por parte de Sedapal derivados de la sequía, se afectaría particularmente la actividad de las micro y pequeñas empresas industriales que operan en la capital.
En ese escenario, aseguró que los más afectados podrían ser en primer lugar las empresas textiles que usan abundante agua para sus procesos de tintorería de textiles y prendas, así como las industrias de alimentos y bebidas, restaurantes, hoteles, entre otros.
Indicó que una falta de abastecimiento suficiente de agua potable puede tener dos efectos sobre las empresas, el primero una menor provisión del recurso, y en segundo lugar, la probabilidad de que se podría incrementar su precio.
En este último caso, se podrían afectar todas las micro y pequeñas empresas que operan formalmente en la capital, consideró.