El Ministerio de Energía y Minas (Minem) publicó días atrás el último Libro de Reservas de Hidrocarburos con datos actualizados al 2021, y que revela los niveles más bajos de petróleo y gas natural disponibles para su comercialización desde que se tienen registros de esos productos (hace 47 años).
Según un análisis de la Sociedad Peruana de Hidrocarburos (SPH), las reservas probadas de petróleo sumaron al 2021 unos 243 millones de barriles, lo que representa una caída del 67.2% frente a los 741 millones de barriles registrados en el 2013.
Respecto del 2020, en el 2021 las reservas de petróleo disminuyeron, en 56,240 millones de barriles, coincidiendo con la tendencia a la baja de años anteriores.
Adicionalmente, indica la SPH, el índice de reposición de reservas (IRR) de petróleo del año 2021 fue de -2.99.
Se consume más petróleo que el que se repone
Es decir, explicó, el grado en el que la producción del año ha sido restituida y/o incrementada mediante la adición de reservas probadas por nuevos proyectos, respecto del año anterior, fue negativo. En consecuencia, “estamos utilizando las reservas que tenemos sin encontrar ni poner en valor otras nuevas”, sostuvo.
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La consecuencia es que en el subsuelo peruano hay más reservas de gas que las reconocidas oficialmente por el Estado, pero en estas no se realizan inversiones por falta del gasoducto sur que prometieran los sucesivos gobiernos, según expertos. Este año, por ejemplo, el consumo de combustibles derivados del petróleo superó los 300,000 barriles, demanda que en años anteriores se mantenía cerca de 250,000, según la SPH.
El consumo interno de hidrocarburos, anotó el gremio, se cubrió con importaciones, que en el año 2022 sumaron US$ 5,862 millones (50% más que en el 2021), de acuerdo con las cifras del BCR.
Se mantendría tendencia declinante
A juzgar por datos de ese gremio empresarial, si bien la información oficial solo se remonta hasta el 2021, la caída de las reservas petroleras mantendría una tendencia declinante en el 2022 y los años siguientes.
Ello obedecería a que -refiere la SPH-, de acuerdo con los planes y programas anuales presentados por los contratistas y el pronóstico de Perupetro, la expectativa de producción para el 2022 era de 57,553 barriles/día., cifra que incluye los lotes 192 y 8, que debieron entrar a producción el año pasado.
Sin embargo, en el 2022 la producción promedio fue de 40,538 barriles en promedio diario (bpd), y hasta ahora no han podido reanudar producción los dos lotes antes citados.
También declinan reservas de gas natural
En el caso del gas natural, en el nuevo Libro de Reservas de Hidrocarburos, se observa una disminución de 42% en las reservas de ese producto en los últimos cinco años, y según la SPH, ello es consecuencia de la falta de inversión en nuevos descubrimientos.
Según las cifras oficiales, en el 2016 el país tenía16.1 trillones de pies cúbicos (TCF) de gas natural, mientras que en el 2021 las reservas disponibles de ese recurso se contrajeron a 9.3 TCF.
El libro explica que los resultados obtenidos son consecuencia del impacto de la pandemia del coronavirus en los precios del petróleo y gas en mercados internacionales.
Sin embargo, replica la SPH, las estadísticas mostradas señalan que el bajo desempeño del sector se da de forma sostenida, y los datos de las inversiones en exploración y explotación, así como de reducción de contratos, lo demuestran.
Hay más recursos en el subsuelo sin explotar
Por su parte, Gustavo Navarro, ex director de hidrocarburos del Minem, indicó que en el subsuelo peruano hay tres volúmenes importantes de reservas de gas natural, adicionales a las reconocidas oficialmente por el Estado.
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Se trata, anotó, de gas natural descubierto, medido, probado, pero que no puede llegar al mercado, y uno de esos volúmenes, lo constituyen cerca de 3 trillones de pies cúbicos (TCF) confirmados en el Lote 58 (por la china CNPC).
Un segundo volumen lo comprenden las reservas que posee el consorcio Camisea en el Lote 88, y que seguirán en el subsuelo aún cuando acabe su contrato en el año 2040, y el tercero es el correspondiente a gas descubierto por la empresa Mobil el pasado siglo y que está abandonado.
Nadie invierte en esos tres volúmenes de gas natural debido a que no hay forma de transportar ese recurso y llevarlo al mercado (a bajo costo), a falta del anunciado gasoducto sur peruano, que permitiría evacuar el gas a los mercados, y que hasta ahora no tiene fecha cierta para su lanzamiento y entrega en concesión.