Los operadores han aumentado considerablemente el nivel donde ven que los principales bancos centrales terminarán con sus tasas de interés al finalizar este ciclo de endurecimiento, ya que las altas lecturas de inflación pueden obligar a las autoridades monetarias a actuar de manera más agresiva para sofocar las presiones de los precios.
Denominada la tasa “terminal”, los administradores de activos y los prestatarios deben tener en cuenta esos niveles al planificar las decisiones de inversión y financiamiento. En última instancia, determinarán si el endurecimiento de las políticas monetarias terminará con un aterrizaje suave o turbulento para las economías.
En Estados Unidos, los futuros de los fondos de la Fed cotizan en más de 300 puntos básicos de alzas de tasas, lo que implica una tasa terminal de alrededor de 3.9% a mediados del 2023, frente al 3% de inicios de mes.
Para el Banco Central Europeo, los mercados monetarios ahora valoran alrededor de 290 puntos básicos de aumentos, para situar las tasas en torno al 2.4% para julio del 2023. Esto se compara con un aumento de 1.5% a principios del 2024, cotizado a principios de junio.
En el Banco de Inglaterra (BoE), los operadores están descontando 260 pb de aumentos para agosto del 2023 que colocarían las tasas en un 3.6%, frente al 2.9% de hace solo una semana.
Los movimientos se producen después de que los precios al consumidor de Estados Unidos se aceleraron en mayo y aumentaron más rápido de lo esperado en su mayor aumento anual en casi 40 años y medio, lo que sugiere que la Fed podría continuar con sus alzas de tasas de interés de 50 puntos básicos al menos hasta septiembre.
Del mismo modo, la inflación de la zona euro aumentó mucho más rápido de lo esperado a otro récord en mayo, lo que impulsó el argumento de medidas más fuertes del Banco Central Europeo (BCE), que pondrá fin a la compra de bonos y comenzará a subir las tasas en julio.
Los movimientos son un marcado contraste con mayo, cuando los operadores redujeron las estimaciones sobre dónde llegarían las tasas terminales, después de que los mercados aceptaron la creencia de que la inflación había alcanzado su punto máximo y cambiaron sus preocupaciones hacia el crecimiento económico.
“Todo este problema fue creado por la inflación, tiene que ser resuelto por la inflación. Hasta que haya una desaceleración genuina en el impulso de la inflación, no creo que nadie pueda estar tranquilo”, dijo Rohan Khanna, estratega de UBS.
En Reino Unido, los mercados monetarios aumentaron sus estimaciones pese a que los datos del lunes mostraron que la economía se contrajo inesperadamente en abril, lo que se sumaba a los temores de una fuerte desaceleración solo tres días antes de que el BoE probablemente vuelva a subir las tasas.
“A pesar de esto, el mercado valora la tasa terminal en 3.50%. Por lo tanto, el mercado nos dice que: necesito ver que los datos de crecimiento sean increíblemente peores para reevaluar mi pensamiento sobre el término del ciclo de aumento de la banca central”, dijo Khanna.
Los bancos de inversión también están aumentando sus pronósticos. Los economistas de Deutsche Bank elevaron el viernes su proyección de tasa terminal de la Fed a 4.125% a mediados del 2023, mientras que Morgan Stanley dijo que si el contexto inflacionario actual comienza a parecerse al de inicios de la década de 1980, los mercados podrían descontar una tasa terminal de 4.5% a 5%.