La Asociación Nacional de Salas Cinematográficas aseguró que el protocolo de bioseguridad para evitar contagios de COVID -emitido en la víspera- que dispone el reinicio de operaciones con un distanciamiento mínimo de 2 metros y en la que se prohíbe el consumo de alimentos y bebidas durante la emisión de las películas “hace inviable el modelo de negocio, tras 270 días” de paralización.
“Bajo estas condiciones reabrir los cines no es sostenible para ninguna cadena. No solo porque con esta restricción de distancia el aforo se reduce a menos de un 25%, sino también porque esta industria no se puede sustentar sólo con la venta de entradas”, declaró Mónica Verdeguer, presidenta de La Asociación Nacional de Salas de Cine (Anasaci).
En ese sentido, el gremio solicitó al Ejecutivo que reconsidere las medidas impuestas en el distanciamiento al interior de la sala y la venta de alimentos para disfrutar sus películas.
En lo relacionado al distanciamiento, dentro de los protocolos presentados, Anasaci demostró que con un aforo del 50%, con butacas bloqueadas y funciones escalonadas, el cine puede garantizar una experiencia segura, con tránsito fluido y sin aglomeraciones para los asistentes.
El protocolo aprobado dispone 2 metros entre butaca y butaca, no solo de manera lateral y vertical, sino también diagonal, con lo cual solo se podría habilitar un aforo máximo de 25%.
El gremio aclaró que -respecto a la venta de alimentos y bebidas- a diferencia de otras industrias, en una sala de cine los espectadores se encuentran en silencio, no interactúan, mantienen la mirada al frente y sin movimiento.
“Estos atributos, únicos versus otras industrias, reducen el riesgo de contagio considerablemente ya que los espectadores permanecerán con sus mascarillas y solo se la retirarán para comer; el cual es un modelo ya aprobado y en funcionamiento para los restaurantes en Perú”, sostienen.
El gremio que agrupa a la salas de cine que operan en Perú precisó que el ingreso de las entradas es repartido en un 50% al distribuidor de la película por concepto de derechos de autor y en adición al 18% de IGV. A lo que se suma un pago de 10% de impuesto municipal a los espectáculos públicos.
“Con el ingreso remanente, las cadenas de cines deben cubrir tanto sus costos operativos. Sin la venta de alimentos y bebidas, esta estructura de costos es insostenible para las cadenas de cines”, acotó.
Ante ello Anasaci, compuesta por las cadenas Cinemark, Cineplanet, Cinépolis, UVK, Cinestar, Movietime y Cinerama, solicitó al Ejecutivo que tomen como modelo referencial el regreso a cine de países vecinos como México (reiniciaron 12 de agosto), Brasil (reiniciaron 10 de octubre), Colombia (reiniciaron 26 de noviembre), que retomaron operaciones incluyendo venta de alimentos y bebidas y aforos que hoy son mínimamente del 50%.
“Como industria hemos trabajado a consciencia en el planteamiento de nuestros protocolos en pro de la protección de nuestros colaboradores y clientes, con el objetivo de activarnos y así volver a generar empleo y sano entretenimiento. Sin embargo, las condiciones mencionadas no permiten una operación sustentable y anula nuestra posibilidad de reactivarnos. Pedimos que Produce atienda nuestros argumentos ya que están fundamentados con el mismo rubro operando en Colombia, México y Brasil” añadió Verdeguer.