El presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, dijo que la batalla del banco central estadounidense para controlar la inflación “incluirá algo de dolor” a medida que se sienta el impacto de la subida de las tasas de interés, pero que el peor resultado sería que los precios siguieran acelerándose.
“Entendemos y apreciamos plenamente lo dolorosa que es la inflación”, declaró al programa de radio nacional Marketplace, repitiendo su expectativa de que la Fed subirá las tasas de interés medio punto porcentual en cada una de sus dos próximas reuniones de política monetaria.
Al mismo tiempo, prometió que si los datos resultan ser contrarios a lo que se espera “estamos preparados para hacer más”.
“Nada en la economía funciona, la economía no funciona para nadie sin estabilidad de precios. Pasamos por períodos en nuestra historia en los que la inflación era bastante alta. El proceso de bajar la inflación al 2% también incluirá algo de dolor, pero en última instancia, lo más doloroso sería que no lográramos afrontarlo y que la inflación se afianzara en niveles altos”, dijo.
La economía estadounidense se enfrenta a su problema de inflación más duro desde la década de 1970 y principios de la de 1980, cuando los precios llegaron a subir a un ritmo anual de 14.5% y el entonces jefe de la Fed, Paul Volcker, usó las tasas de interés hasta llevar a la economía a la recesión en dos ocasiones. La tasa de desempleo superó el 10%.
Powell, que fue confirmado más temprano el jueves para un segundo mandato de cuatro años como jefe de la Fed, ha rendido frecuentes homenajes al compromiso de Volcker para derrotar la inflación, pero ha dicho que cree que esta vez el banco central puede guiar un “aterrizaje suave” en el que la inflación caiga sin una recesión.
Las tasas de interés están subiendo fuertemente como resultado de las medidas monetarias diseñadas por Powell.
Aunque ni la inflación ni los costos de los préstamos se acercan a los niveles de la era Volcker, la rápida subida del costo de los alimentos, la gasolina, la vivienda y otros productos básicos se ha convertido en un tema políticamente explosivo para el Gobierno del presidente Joe Biden. En abril, los precios al consumidor fueron un 8.3% más altos que hace un año.
Biden ya ha ocupado los dos puestos más importantes de la Fed y ha visto confirmados otros dos de sus nombramientos para la Junta de Gobernadores del banco central, que tiene siete sillas. El presidente dejó claro esta semana que les daba pleno poder para intentar reducir la inflación.
“Hacer frente a la inflación es mi principal prioridad nacional”, dijo Biden tras la confirmación de Powell por el Senado. La Fed “aportará la habilidad y los conocimientos necesarios en este momento crítico para nuestra economía y las familias de todo el país”.
Powell, que abrió una conferencia de prensa tras la reunión de política monetaria de la semana pasada diciendo que quería “restaurar la estabilidad de los precios para las familias estadounidenses”, usó la entrevista radiofónica del jueves para llegar con ese mensaje a un público más amplio.