“Políticas fiscales y monetarias más estrictas, necesarias para moderar la tendencia alcista de la deuda pública y anclar las expectativas de inflación (ver vinculada), serán un lastre para Perú el próximo año”. Así empieza el último informe sobre Perú de Bloomberg Economics, elaborado por el economista Felipe Hernández.
Junto con la incertidumbre política y las desafiantes condiciones externas que indican un crecimiento más débil en 2022 -comenta-, “la falta de ajustes generaría preocupaciones sobre la sostenibilidad a largo plazo y deterioraría aún más las perspectivas”, refiere el reporte.
En este contexto, menciona que “es necesario un ajuste fiscal adicional para frenar la preocupante tendencia alcista de la deuda pública”.
¿Cuáles son los números? El Gobierno prevé un aumento de la deuda del sector público no financiero al 35.3% del PBI este año y al 36.6% en 2022 desde el 34.7% en 2020. “Eso es un fuerte aumento (desde) el 26.8% antes de la pandemia”, refiere Bloomberg.
Por el lado del déficit fiscal, el Gobierno proyecta un 4.7% del PBI este año y del 3.7% en 2022. Eso se compara con una brecha del 8.9% del PBI el año pasado y un déficit de solo 1.6% en 2019.
Medidas de estímulo
Tras las medidas de emergencia adoptadas el año pasado -en todo ámbito-, ahora se espera que la disminución del estímulo fiscal y monetario apunte a un menor crecimiento y una desaceleración de la demanda interna en el cuarto trimestre de este año y el 2022, añade el reporte. Si bien menos contagios y cuarentenas aún brindan cierto alivio, este es mucho menos que en trimestres anteriores. Bajo este escenario, Hernández anota que los incrementos del consumo de los hogares y del Gobierno deberían moderarse, y las alzas en los servicios y el comercio deberían ser limitadas.
“También es probable que el crecimiento de la inversión se desacelere, especialmente en la construcción, que repuntó bruscamente después del brote”, agrega. Ya Gestión (29.11.2021) había adelantado -con data de Macroconsult- que la actividad de construcción retrocedería el próximo año (-7.8%).
De hecho, Bloomberg proyecta que la formación bruta de capital fijo empiece el próximo año en rojo: se contraería 0.4% en el verano. Y al cierre del 2022 crecería solo 1.5%, tras el rebote previsto para este año (ver tabla).
A lo antes mencionado -que debilitaría la demanda interna- se suma, dice el reporte, la incertidumbre sobre las políticas de gobierno y la preocupación por posibles cambios, que son vientos en contra adicionales. Aunque la inversión del sector público puede brindar cierto apoyo.
Desde el lado positivo, Bloomberg espera que las exportaciones se beneficien del aumento de la producción minera. La expansión de dos proyectos (mineros) existentes y la construcción de uno nuevo están programados para completarse en 2022. La demanda externa también debería brindar cierto apoyo.
Ruido e incertidumbre
Si bien no han habido avances significativos en redactar una nueva Constitución y el cambio del modelo económico, como se propuso en campaña, Bloomberg refiere que un intento de hacerlo podría causar confusión. Se menciona que el ruido político sigue alto, y que el presidente Pedro Castillo enfrenta desafíos considerando -entre otros- el débil apoyo político.
Inflación alcanzaría punto máximo este trimestre
La inflación ha aumentado considerablemente este año (6.24% a noviembre, últimos 12 meses), por encima del techo del objetivo del 2% +/- 1 punto porcentual.
Los alimentos y los combustibles representan la mayor parte del fuerte incremento, en línea con los precios mundiales de las materias primas; aunque la inflación subyacente también ha aumentado.
“Los principales factores han sido los shocks de oferta, la recuperación de la demanda interna y algunos efectos secundarios de los altos precios generales. También ha contribuido la depreciación acumulada de la moneda”, explica Bloomberg.
Con ello, proyecta que la inflación general alcance su punto máximo en el cuarto trimestre de este año y disminuya en 2022 (a finales). “La perspectiva es consistente con los pronósticos de consenso y los contratos a plazo que apuntan a precios más bajos de las materias primas, así como a los efectos base”, añade. Aun así, la escasez persistente puede extender la tendencia alcista de la inflación subyacente, que debería alcanzar un pico por encima del techo objetivo a fines del primer semestre de 2022.