(Bloomberg).- El presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski ha puesto en marcha un paquete de leyes durante los últimos meses que revisarán la forma en que se realizan negocios en la nación andina, llevando su burocracia al siglo XXI.
Las leyes quieren reducir la burocracia en todo, desde abrir un restaurante hasta construir una fábrica, mientras disminuyen los impuestos a las pequeñas empresas y se acelera la inversión en infraestructura. Kuczynski aprobó la ley usando el decreto gubernamental concedido por los legisladores durante 90 días hasta el 7 de enero. El congreso puede enmendar o revocar las leyes posteriormente.
Kuczynski, ex banquero de Wall Street, fue elegido con la promesa de modernizar la burocracia peruana después de la explosión de nuevas leyes y regulaciones ocurrida bajo las administraciones anteriores y como consecuencia de la delegación de poderes en los gobiernos locales y la creación de nuevos ministerios y agencias. La excesiva regulación de Perú está frenando miles de millones de dólares en inversión y lastra la competitividad de la nación, según Roberto Abusada, presidente del Instituto Peruano de Economía.
"Lo que se ve en el papel es bastante atrevido y en términos de simplificar los procedimientos administrativos los cambios son revolucionarios", dijo Abusada.
El paquete marca la mayor ronda de reformas a favor de las empresas desde la década de 1990, dijo.
Entre las medidas figuran las disposiciones "por extinción" en todas las nuevas leyes gubernamentales, que significa que la legislación dejará de tener efecto después de tres años, a menos que los funcionarios demuestren que deben extenderse. Otros cambios incluyen recortar el tiempo necesario para iniciar un negocio a una cuestión de horas en lugar de semanas y eliminar las peticiones poco razonables a empresas y ciudadanos para obtener permisos, llenar formularios y pagar tasas.
La ineficiencia de la burocracia gubernamental encabeza la lista de dolores de cabeza para las empresas de Perú, según la encuesta anual de empresas del Foro Económico Mundial. La nación sudamericana se sitúa en el puesto 134 de los 138 países por carga de regulación gubernamental.
La última evaluación de Facilidad para hacer negocios del Banco Mundial clasifica a Perú en el puesto 54 de entre 190 países, frente al puesto 42 que ocupaba hace tres años y es peor que México y Colombia aunque mejor que Chile.
La explosión de la burocracia en Perú y la excesiva regulación de los últimos años han reducido su potencial de crecimiento, algo que no puede permitirse después del fin del auge de la inversión minera, según el banco central. La inversión en activos fijos ha caído durante 10 trimestres consecutivos, la mayor caída en casi 15 años.
Las medidas más recientes ayudarán a la recuperación de la inversión privada, dijo el economista jefe del banco central, Adrián Armas, a periodistas el 13 de enero. Incluso las medidas más pequeñas, como una que permite a las nuevas empresas usar aparcacoches o aparcamientos en lugar de obligarlos a tener su propio aparcamiento, facilitará la vida de los empresarios, dijo Armas.
La excesiva burocracia también alienta a muchos de los negocios de Perú a permanecer en la economía de la sombra para ahorrar tiempo y dinero en el papeleo y evitar impuestos.