Mientras el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) ha pedido facultades legislativas para, entre otros, se puedan restituir los beneficios tributarios al sector acuícola de una tasa de 15% de Impuesto a la Renta en lugar de 30%, se han comenzado a dar pasos para atraer inversiones al país y así lograr duplicar las exportaciones del sector al 2030.
Por ejemplo, se han identificado 175,000 hectáreas hídricas libres para concesión acuícola. Al menos 150,000 hectáreas están ubicadas en el mar, para la reproducción de conchas de abanico, langostinos, entre otros, dijo a Gestión.pe el director de la dirección general de Acuicultura del Ministerio de la Producción (Produce), David Mendoza.
Además, en el lago Titicaca, en Puno, se ubican otras 20,000 hectáreas para trucha disponibles para que cualquier interesado solicite la concesión, y hay otras 5,000 hectáreas en diferentes lagunas a nivel nacional que también podrán ser solicitadas para el desarrollo de proyectos acuícolas.
La ubicación exacta de dichas áreas se puede conocer a través del Catastro Nacional Acuícola que además permite tener información sobre derechos de concesión ya otorgados.
“El 98% de las cosechas acuícolas se sustentan en trucha, concha de abanico, langostino, tilapia pero hay potencial fuerte para diversificar, sobre todo en otras especies marinas, porque existe tecnología, como en corvina, lenguado, chita, que son especies que además tienen un mercado”, anotó Mendoza.
Pese al gran número de áreas, el Produce solo registra, al 2021, unas 13,000 unidades en uso y formalizadas, de ellas, el 98% son pequeños acuicultores, y el 2% se divide entre emprendimientos que están escalando y la gran empresa “aparentemente” pues no producen más de 150 toneladas al año.
Esta estructura limitada de esta actividad -cuyas exportaciones crecen a buen ritmo este año- se debía principalmente a que las autorizaciones o concesiones se tardaban 19 meses. No obstante, el último jueves el Produce habilitó la Ventanilla Única Acuícola versión 1.0, alojada en la plataforma de trámites digitales del ministerio, a fin de reducir el tiempo a cinco meses. En tanto, la meta al 2022 es que dicha ventanilla tenga su propia plataforma.
Emprendimientos que escalan
Si bien en la costa la producción de concha de abanico y langostino muestra un buen desempeño, las regiones andinas no se quedan atrás y en la trucha han encontrado su fortaleza. Así, después de Puno (con una producción de 45,000 toneladas/año) y Huancavelica, Junín es una de las regiones que reavivan su acuicultura con innovación.
Uno de los ejemplos es acuícola Acuandes, que desde hace dos años ha logrado hacer envíos -primero- de trucha fresca a Junín, Pasco, Moquegua, Arequipa, Puno, Huánuco, Abancay, Huaraz, Ayacucho y Tacna. Y desde diciembre del 2020, innovó hacia las conservas de medallón de trucha ahumada con aceite de oliva -por cada lote la inversión asciende a S/ 27,000- que ya llega a bodegas y un market en Lima a través de un distribuidor.
“Por la pandemia nos vimos obligados a darle valor agregado para que el producto sea más atractivo al consumidor y las conservas son una gran opción porque nos permite alargar la vida útil del producto de siete días en estado de refrigeración hasta cuatro años”, contó Raquel Mercado, gerente de la empresa.
Agregó que, tras la reactivación económica, también han podido duplicar su producción de 100 a 200 cajas de conservas, ganándole así un mercado que Puno aún no tiene, pues solo vende trucha en fresco.
Aunque al igual que en otras actividades, la falta de algunos insumos procedentes de la importación también ha impactado en los costos de producción en los últimos meses. “El precio de los insumos ha subido en 20% y eso puede desalentar un poco el consumo en fresco principalmente”, señaló Mercado.
En Junín las empresas acuícolas se han acogido principalmente a la Ley de Promoción para el Desarrollo de Actividades Productivas en Zonas Altoandinas que estará vigente hasta el 2022, y que las exonera del Impuesto a la Renta correspondiente a rentas de tercera categoría; así como del Impuesto General a las Ventas (IGV) a las importaciones de bienes de capital con fines de uso productivo. No obstante, esperan que un nuevo beneficio tributario para el sector pueda seguir favoreciéndolas.
Por su parte, el Comité de Pesca y Acuicultura de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) informó que buscan integrar a su Comité Acuícola a empresas trucheras a fin de impulsar en conjunto la futura industria.