En el marco del evento de sostenibilidad Perú Sostenible, el investigador afiliado al Yale Center for Environmental Law & Policy, Zachary Wendling, se refirió al Índice de Desempeño Ambiental 2022 (EPI por sus siglas en inglés) y destacó al país como un referente mundial en gestión de recursos marinos.
Cabe mencionar, que el EPI es un estudio realizado por investigadores de las universidades de Yale y de Columbia que mide el estado de la sostenibilidad en 180 países dentro de 11 categorías y en donde Perú ocupa el cuarto lugar en el estado de las poblaciones de peces y la décimo primera posición en el desempeño sostenible en el sector pesquero.
Para Wendling, los resultados radican en la regulación vigente que impulsa el uso de data y evidencia científica sobre la salud de los recursos como factor determinante para determinar el accionar sobre el recurso. Esto ha permitido un crecimiento exponencial no solo de la pesca industrial, como la que está basada en la anchoveta.
“El mundo en general, y sobre todo las economías líderes, están atrasadas en cuanto a sus estrategias para evitar la sobrepesca y proteger adecuadamente la fauna marina. Perú, es un caso excepcional, pues al no tener tantos recursos viene presentando resultados notables en su gestión”, indica.
“Una gestión sostenible es un aporte sustancial para el PBI ya que estas iniciativas exigen creación de puestos de trabajos y fortaleza de la biodiversidad marina. El Perú ha sabido evitar errores pasados y cuida cautelosamente la estabilidad de la cadena alimenticia de sus especies marinas”, agregó el investigador.
Es importante destacar que los indicadores EPI brindan una forma de detectar problemas, establecer objetivos, rastrear tendencias, comprender los resultados e identificar las mejores prácticas políticas.
Los buenos datos y el análisis basado en hechos también pueden ayudar a los funcionarios gubernamentales a refinar sus agendas de políticas, facilitar las comunicaciones con las partes interesadas clave y maximizar el retorno de las inversiones ambientales.
De esta manera, se convierte en una poderosa herramienta de política en apoyo de los esfuerzos para cumplir con los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU y para mover a la sociedad hacia un futuro sostenible.