El Consejo Fiscal (CF) consideró que luego de que las reglas fiscales fueran suspendidas para los años 2020 y 2021, es necesaria la restitución de un sistema de reglas consistente con mantener la sostenibilidad de las finanzas públicas, pero también lo suficientemente flexible como para seguir haciendo frente a la crisis de la COVID-19 y otras contingencias.
Así lo precisó el CF al emitir opinión sobre la “Declaración sobre Cumplimiento de Responsabilidad Fiscal del año 2020”, documento del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) en el que se evalúa el desempeño de la política fiscal durante el 2022.
“El CF considera que para el año 2022 no sería adecuado aprobar una nueva suspensión de las reglas fiscales”, apuntó.
Cabe mencionar que las reglas fiscales existen en los países para las autoridades que toman decisiones sobre todo de gasto y que éstas no vayan en contra de la sostenibilidad financiera de las naciones.
Así, para los años 2020 y 2021 se suspendieron temporalmente estas reglas ante la emergencia sanitaria y en ese entonces el Consejo Fiscal estuvo de acuerdo.
“El Consejo Fiscal reconoce que este esfuerzo fiscal requiere la suspensión temporal de las reglas fiscales, para que la política fiscal actúe de manera oportuna ante la emergencia sanitaria y económica”, señaló el CF en un comunicado en ese entonces.
El organismo también consideró que la crisis de la COVID-19 ha generado un deterioro importante en la situación de las finanzas públicas, la cual se evidencia en los principales indicadores fiscales (ingresos del Gobierno General, déficit fiscal, deuda pública, entre otros) y una mayor exposición a riesgos fiscales.
“Tales riesgos están asociados a presiones por incrementar el gasto público, el agotamiento de los recursos del Fondo de Estabilización Fiscal (FEF), la mayor exposición de la deuda al riesgo cambiario, entre otros”, señaló.
Ante esta situación, el CF reiteró la importancia de asegurar la sostenibilidad fiscal y considera importante iniciar el proceso de consolidación que permita recuperar las fortalezas fiscales perdidas, y que asegure la sostenibilidad de la deuda pública en el mediano plazo. No optar por este camino podría materializar el riesgo de recibir un downgrade en la calificación crediticia, apuntó.