El ministro de Economía, Pedro Francke, dijo que el nuevo gobierno confía en poder aumentar los impuestos a la minería sin afectar la competitividad del sector privado, siempre y cuando los precios de los metales sigan altos.
Perú, el segundo productor mundial de cobre, depende en gran medida de la minería para financiar el gasto público y el nuevo presidente socialista, Pedro Castillo, ha prometido aumentar el gasto en programas sociales para ayudar a los pobres del país.
La asunción de Castillo, de Perú Libre, y su primer gabinete con algunos ministros de línea dura, ha asustado a los mercados y a los inversores. El lunes, el tupo de cambio se elevó a S/ 4.110 por dólar, su máximo histórico, pese a la intervención del banco central.
“Estamos estudiando la fórmula precisa”, afirmó Francke frente al plan de elevar los impuestos mineros, tras agregar que los precios altos del cobre permiten tomar la iniciativa.
“En cualquiera de esas (fórmulas) siempre tendremos en consideración que esas medidas no pondrán en riesgo la rentabilidad de las empresas ni de la inversión”, afirmó.
El ministro manifestó que espera enviar al Congreso antes de fin de año la propuesta del nuevo marco tributario minero y que su aprobación en 2022 dependerá de los legisladores.
“Eso ya es difícil de prever, en realidad cuando mas pronto mejor”, aseguró.
El funcionario también dijo que Perú debería priorizar los nuevos planes mineros que no hayan causado malestar social, y citó el proyecto de cobre Tía María de Southern Copper como un ejemplo de uno que no tendrá prioridad.