En Occidente, los reyes indiscutidos de las ventas de smartphones son Apple y Samsung. Los nuevos modelos de iPhone y Galaxy generan largas filas de compradores que, incluso, duermen afuera de las tiendas para ser los primeros en comprar los dispositivos.
El fervor por estas marcas no se repite en China, donde las ventas de estos smartphones pierden terreno ante el alza sostenida que han tenido marcas locales como Oppo, Vivo y Huawei.
La arremetida de estas empresas comenzó en 2014, cuando en China su consumo representaba menos del 15% de las ventas anuales. De ahí en más, el crecimiento ha sido explosivo. Un año más tarde, las tres compañías combinadas sumaban el 33% de las ventas y en 2016 esta cifra se elevaba a 52%.
Con precios más asequibles, los celulares de fabricación china han encontrado su espacio en grandes mercados, como India, Tailandia y China, donde gracias al crecimiento económico y la movilidad social, millones han podido acceder por primera vez a estos dispositivos. Solo en lo que va del año, Huawei vendió en China 21 millones de smartphones ; Oppo, 20 millones de unidades, y Vivo, 17 millones.
Ante este escenario se espera que el mercado doméstico en China continúe aumentando a la par con el crecimiento de estas empresas. Sin embargo, ahora, el desafío para estas tres compañías es plasmar este éxito fuera de su país.
La única de las tres marcas conocida mundialmente es Huawei, que gracias a su agresiva campaña de marketing en países europeos, ha logrado posicionarse como la tercera compañía con más unidades vendidas durante este semestre.
Chile no ha quedado ajeno a esta tendencia, y Huawei ya cuenta desde marzo de este año con la primera sucursal de la compañía en el país, en tanto en 2016 reportó un crecimiento de 200%, gracias a la venta de sus equipos de alta gama que compiten directamente con iPhone y Galaxy.
El Mercurio