Los precios del cobre retrocedían este martes, agobiados por un dólar más firme y por el miedo a que una crisis energética y un crecimiento económico más lento en China, el principal consumidor de metales, erosionen la demanda.
A las 0950 GMT, el cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) cedía un 0.9% a US$ 9,783 la tonelada después de subir un 1.7% el lunes.
Los altos precios de la energía y los esfuerzos para frenar las emisiones contaminantes en China han limitado la producción de algunos metales, pero a los analistas les preocupa que los fabricantes también se vean afectados, lo que socavará el consumo.
“Hay muchas incertidumbres, incluida la gravedad de la destrucción de la demanda por la crisis energética tanto en China como en otras partes del mundo”, dijo Wenyu Yao, estratega senior de materias primas del ING Bank.
“Entonces, en el corto plazo, el mercado seguirá siendo muy volátil hasta que las cosas se aclaren”, agregó la experta.
El índice dólar operaba al alza, encareciendo las materias primas para los tenedores de otras divisas.
Los bajos inventarios han respaldado los precios del cobre, que alcanzaron un máximo de cinco meses de US$ 10,452.50 hace una semana, pero pronto habrá más material disponible, según Antaike.
Las existencias de cobre on-warrant en la LME aumentaron por quinta sesión consecutiva a 27,100 toneladas.