El oro se estabilizaba este jueves, impulsado por un leve descenso del dólar, pero se mantenía en un rango estrecho mientras los inversores se abstienen de grandes apuestas antes de un dato laboral en Estados Unidos que podría dar más argumentos a la Reserva Federal para reducir sus medidas de apoyo económico.
A las 1145 GMT, el oro al contado operaba con escasos cambios a US$ 1,762.20 la onza, mientras que los futuros del oro en Estados Unidos ganaban un 0.1%, a US$ 1,763.40 la onza.
El dólar se depreciaba, pero seguía cerca de un máximo de un año, impulsado por las preocupaciones sobre la persistente inflación y expectativas de que la Fed tenga que actuar antes para normalizar su política.
Aunque el oro suele ser considerado tradicionalmente como una cobertura contra la inflación, un dólar más fuerte encarece el lingote para los tenedores de otras monedas.
“Hay algunos contratiempos relacionados con la cadena de suministro y los mercados energéticos, pero no es algo que vaya a hacer descarrilar la economía global. Por lo tanto, no hay razones reales para que los inversores busquen el oro como refugio seguro”, dijo Carsten Menke, analista de Julius Baer.
Sin embargo, dado el número “récord” de puestos de trabajo abiertos en Estados Unidos, una “sorpresa positiva en las nóminas no agrícolas debería ser ajustable para el mercado del oro sin causar una liquidación”, dijo Menke, agregando que es probable que los precios sean volátiles.
Los actores del mercado del oro parecen estar “comprando a la baja” actualmente, dijo Carsten Fritsch, analista de materias primas de Commerzbank.
En otros metales preciosos, la plata al contado mejoraba un 0.8%, a US$ 22.76 la onza; el platino avanzaba un 0.1%, a US$ 985.10; y el paladio trepaba un 1.1%, a US$ 1,910.94.