El Banco de Pagos Internacionales (BPI) constata que las noticias positivas sobre la vacuna contra el coronavirus y el resultado de las elecciones presidenciales en Estados Unidos han disparado la renta variable en noviembre, “eclipsando que las perspectivas económicas son inciertas”.
En su informe trimestral de diciembre, publicado este lunes, el BPI dice que “se mantuvo la preocupación por la brecha entre las valoraciones y las perspectivas económicas”.
Los sectores que más han subido en bolsa son las aseguradoras, los bancos y las compañías energéticas, que eran los que más habían bajado al inicio de la pandemia.
Las tecnológicas y las compañías sanitarias, que han subido durante la pandemia, han bajado en noviembre en la medida que las noticias sobre las vacunas ofrecían algo de luz al final del túnel.
“El optimismo sobre las condiciones empresariales y el continuo apoyo de las políticas económicas también contribuyeron a la pujanza de los mercados”, según el BPI.
No obstante, el jefe del departamento Monetario y Económico del BPI, Claudio Borio, dijo al presentar el informe que “parece que persiste cierta distancia entre las valoraciones de los activos de riesgo y las perspectivas económicas”.
“Aunque los mercados han evolucionado bien ante las noticias sobre las vacunas, se encuentran por encima o cerca de los niveles de antes de la pandemia, cuando ya se planteaba que las valoraciones podían ser excesivas”, advierte Borio.
La rentabilidad de la deuda soberana se ha mantenido “inusualmente baja” en el periodo revisado, desde septiembre hasta comienzos de diciembre, gracias al apoyo de la política monetaria.
El valor de la deuda soberana con rentabilidad negativa se sitúa en US$ 17.5 billones, una cifra máxima histórica, lo que lleva a los inversores a comprar activos de más riesgo en busca de rentabilidad.
La rentabilidad de la deuda soberana alemana baja, se mantiene la de Japón y ha subido la de Estados Unidos después de que el Tesoro anunciara en agosto un aumento de la emisión de deuda a largo plazo.
Los diferenciales de la deuda de los países periféricos europeos se han reducido más ante la búsqueda de rentabilidad de los inversores.
Los diferenciales de la deuda corporativa también se han reducido más, hasta acercarse a niveles anteriores a la pandemia, de hecho las mayores sobrevaloraciones en el mercado están en esta deuda corporativa.
“El auge de los mercados de bonos corporativos contrastó con la incertidumbre a medio plazo sobre las perspectivas económicas globales”, por lo que esos diferenciales puede que no representen los riesgos reales, advierte el BPI.
Las ventas de septiembre causaron volatilidad a corto plazo, especialmente en el segmento de rentabilidades altas, pero los diferenciales cayeron después por debajo de los valores medios a largo plazo.
La reducción de los diferenciales fue especialmente notable en el segmento de bonos corporativos con grado de inversión.
La compresión de los diferenciales de crédito a las empresas contrastó con la cautela de los bancos al prestar.
“En el pasado, las condiciones en el crédito corporativo y en los mercados de préstamo bancario se movían con frecuencia de forma sincronizada”, pero ahora la ayuda de los bancos centrales en los mercados de deuda corporativa ha cambiado la situación, según el BPI.
Además, la búsqueda de rentabilidad de los inversores en un entorno de bajos tipos de interés contribuye a que se reduzcan los diferenciales.
Más de US$ 2 billones de deuda corporativa negocia a rentabilidades negativas, según cifras del BPI.
Las empresas de las economías emergentes han emitido bonos a un ritmo récord este año, casi todos a los vencimientos más largos, superiores a 10 o 30 años, cuya emisión ha aumentado más de 50%.
Sin embargo, la emisión de bonos a cinco años o menos ha cambiado poco este año.