Los bonos soberanos de Bolivia superaron sus mínimos registrados durante la pandemia y alcanzaron la semana pasada un récord, a medida que la nación sudamericana, antaño rebosante de efectivo, agota lenta pero inexorablemente sus reservas de dólares.
Los bonos más líquidos del país con vencimiento en 2028 se negocian en torno a los 70 centavos por dólar, el nivel más bajo desde que se vendieron en 2017, mientras las reservas de divisas del banco central se desploman a un mínimo de 15 años.
Los bonos bolivianos han generado pérdidas de casi un 7% este año, el tercer peor desempeño en el mundo en desarrollo después Ecuador, un incumplidor en serie, y Ucrania, que está devastada por la guerra, según un índice de Bloomberg.
“El panorama es alarmante”, dijo Luis Prato, economista de Torino Capital LLC. “Se observa un elevado déficit fiscal, una reducción gradual de las reservas internacionales y, por otra parte, un tipo de cambio fijo cada vez menos sostenible”.
Impulsada por las exportaciones de gas natural principalmente a Brasil y Argentina, Bolivia contaba con US$ 15,500 millones en reservas en 2014, equivalentes a casi la mitad del producto bruto interno (PBI). El total ha caído a US$ 3,500 millones, y el descenso continuará a medida que Argentina aumenta la producción local.
Y aunque Bolivia posee algunas de las mayores reservas de litio del mundo, sigue produciendo poca cantidad del metal clave utilizado para las baterías de los automóviles eléctricos, lo que reduce las exportaciones.
Pérdida de confianza
Wall Street está perdiendo la confianza en un país que, según S&P Market Intelligence, cuenta con unos 39 millones de toneladas de litio sin explotar. Los bonos siguieron bajando incluso después de que el fabricante chino de baterías Contemporary Amperex Technology Co. llegara a un acuerdo en enero para explotar esas reservas.
Aun así, nadie habla todavía de un default. Después de que un bono de US$ 183 millones venza en agosto, el próximo pago importante de Bolivia será recién en 2026. Eso le da al Gobierno margen de maniobra, especialmente si accede a los Derechos Especiales de Giro del Fondo Monetario Internacional o sube las tasas a corto plazo para los depósitos en dólares locales, dijo Prato.
El rendimiento adicional que exigen los inversionistas para mantener los bonos del país por encima de bonos similares del Tesoro de Estados Unidos se ha disparado casi 1.8 puntos porcentuales hasta cerca de 7.4 puntos este año, según datos de JPMorgan Chase & Co. El indicador de los bonos soberanos de alto rendimiento de mercados emergentes solo ha subido 7 puntos básicos en ese periodo.
Bolivia comenzó a importar más combustible que el gas natural que vende a otros países el año pasado, convirtiendo al país en un importador neto de energía por primera vez en este siglo, según el Instituto Nacional de Estadística.
Eso, y 11 años de régimen de tipo de cambio fijo, ha provocado una fuerte caída de las reservas desde 2014 hasta ser suficientes para solo tres meses de importaciones, el umbral que el Fondo Monetario Internacional considera adecuado.
“El sector del gas ha estado disminuyendo durante mucho tiempo debido a inversiones insuficientes”, dijo Carlos de Sousa, inversionista de Vontobel Asset Management AG en Zúrich.
Déficit fiscal
La atención se centra ahora en la composición de las reservas, según los analistas de EMFI Group Ltd., entre ellos Guillermo Guerrero. Solo US$372 millones, o lo suficiente para cubrir 10 días de importaciones, se mantienen en dólares líquidos, mientras que el 74% está en lingotes, escribieron la semana pasada.
Por otra parte, Fitch Ratings espera que el déficit fiscal de Bolivia termine el año en un 6.1% del PBI, en comparación con un promedio del 2,7% para sus pares con calificaciones similares.
“Para que los diferenciales se estrechen, tendríamos ver un cambio significativo en la política fiscal combinado con un fortalecimiento de la posición externa a través de las exportaciones”, dijo Nathalie Marshik, directora gerente para América Latina de renta fija en BNP Paribas, que es bajista sobre los bonos bolivianos. “Este no es nuestro caso base por el momento”.