El contraste entre los cinco máximos históricos consecutivos que marcó el Nasdaq la semana pasada y las caídas semanales del 6.2% en el CAC francés y del 3% en el Dax alemán, refleja de manera muy gráfica la creciente concentración del interés inversor en las compañías tecnológicas, muy especialmente en las relacionadas con la inteligencia artificial (IA) generativa.
La apuesta hecha por Apple en su conferencia anual de desarrolladores, celebrada el pasado lunes, por la IA generativa se ha traducido en una subida semanal del 7.9% en su cotización, comenta Juan Carlos Ureta, presidente de Renta4 Banco.
Oracle también subía casi un 10% en la semana tras mostrar sus avances en la implementación de la IA. Adobe, que presentó sus cuentas trimestrales el jueves tras el cierre del mercado, mostrando una fuerte demanda hacia sus soluciones basadas en la IA generativa, que ha incorporado a Photoshop y otros productos, subió un 14,5% en la sesión de cierre semanal del viernes último, indica.
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Estos y otros valores tecnológicos, entre ellos Broadcom con su impresionante subida semanal del 23% y, por supuesto, Nvidia, que ha subido un 9% esta última semana y acumula ya una subida del 166% desde el uno de enero, han contribuido al excelente comportamiento del Nasdaq que subía un 3.2% la semana pasada. Pero el mercado amplio no ha participado de ese buen tono, advierte.
“Una vez más, si quitásemos los valores tecnológicos, el resto del mercado ha tenido un comportamiento mediocre tirando a malo, a pesar de que el esperado dato de inflación de mayo en Estados Unidos, publicado el miércoles, fue mejor de lo esperado, cayendo al 3,3% frente al 3,4% de abril, y por debajo de la estimación del consenso, que esperaba también el 3,4%”, manifiesta Ureta.
Pero, sin duda, esta última semana la peor parte se la han llevado las Bolsas europeas, con el Eurostoxx cayendo un 4,2% en la semana tras el resultado de las elecciones europeas del 9 de junio, a lo que habría que añadir el miércoles la decisión de la Comisión Europea de imponer fuertes aranceles a los vehículos eléctricos chinos, dijo.
El temor a una represalia del Gobierno chino llevó a una fuerte caída del sector del automóvil, lógica si tenemos en cuenta que Volkswagen concentra un tercio de sus ventas en China y que Mercedes y BMW son marcas aspiracionales para los consumidores chinos.
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“Si ponemos en conjunto todo lo anterior, el dibujo resultante es un tanto confuso y nos recuerda que las dinámicas de eso que llamamos ‘economía poscovid’ no se reducen a unas cuantas subidas de tasas para controlar la inflación y luego unas cuantas bajadas para reactivar la economía una vez que la inflación se ha moderado”, acotó.
¿Qué factores están detrás de cada evolución?
Según el ejecutivo, las dinámicas de la economía poscovid remiten a un entorno geopolítico complicado, a un entorno de competencia global muy duro. El camino es hacia una innovación muy disruptiva y muy transversal que va a generar un enorme valor, pero no para todos.
“En cierto modo, la pasada semana hemos visto dos variantes de esas dinámicas. Hemos visto cómo las bolsas americanas se decantan por la variante de la innovación disruptiva vinculada a la nueva IA generativa, mientras que las europeas se fijan en otro ángulo, el de la compleja situación política y geopolítica, una situación potencialmente explosiva que ha sido incubada en gran medida precisamente por la combinación de la innovación disruptiva y la globalización”, explicó.
La pregunta es si estas divergencias son sostenibles. Si es sostenible que los índices americanos sigan marcando, gracias a las tecnológicas, nuevos máximos cada semana mientras el mercado amplio se queda atrás.
Como ha pasado en todos los episodios anteriores de fascinación por un sector. Es imposible ver dónde está el final de la subida de los valores tecnológicos vinculados a la nueva revolución de la inteligencia artificial generativa.
“Aun a riesgo de equivocarnos, no podemos dejar de recomendar prudencia ante las elevadas valoraciones de algunos valores tecnológicos y, simultáneamente, no podemos dejar de recomendar poner atención a las oportunidades que los recortes de las Bolsas europeas están poniendo sobre la mesa”, alerta.
Se espera cierta estabilización en las Bolsas europeas tras las caídas y también en las americanas, tras haber superado el S&P los 5.400 puntos, pero todo depende de lo que hagan las grandes tecnológicas, cuya inercia alcista se mantiene intacta, agrega.
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