Los precios de referencia del petróleo han caído alrededor de US$ 15 por barril en los últimos diez días debido a que la amenaza de una recesión está impactando el panorama de la demanda, pero el comercio físico del crudo y la estructura del mercado de futuros cuentan una historia bastante diferente.
La creciente preocupación por las perspectivas económicas empujó al crudo Brent por debajo de los US$ 100 el barril la semana pasada por primera vez desde abril.
Pero en el mercado físico, las primas han estado en niveles récord. El crudo nigeriano Qua Iboe se ofreció a US$ 11.50 por barril por encima del Brent para esta semana, mientras que el grado Forties del Mar del Norte se ofreció en US$ 5.35 más que el Brent, con ambos diferenciales en máximos históricos.
Y aunque el precio absoluto del Brent ha caído casi un 20% desde mayo, la prima a la que se negocia el contrato más cercano respecto al futuro del mes posterior -el llamado “backwardation” que implica una oferta muy ajustada- se ha ampliado a US$ 4.09 el barril.
Eso sugiere un fuerte soporte de base para los precios a corto plazo a pesar de la caída en el contrato Brent de referencia.
“Los precios absolutos y la estructura no están sincronizados. Implica una fuerza genuina en el frente físico que va en contra la moral en el mercado de futuros”, dijo Tamas Varga, de la corredora de petróleo PVM.
La producción de Libia y Nigeria han visto reducidos sus volúmnes de extracción por disturbios o conflictos internos, lo que ha ayudado a mantener el suministro ajustado, en tanto que las sanciones occidentales están obligando a desviar los flujos de petróleo ruso y la OPEP y sus aliados no han podido cumplir con los aumentos de producción prometidos.
“Si bien no se puede descartar una recesión profunda, seguimos enfocados en el hecho objetivo de los mercados físicamente ajustados”, dijo BCA Research en una nota. Este factor, agregó, “mantendrá los mercados petroleros volátiles y sesgados al alza”.